Hacia un gran acuerdo nacional

Esta columna fue escrita junto a Mikel Uriarte Plazaola, Ex director de Fonasa.

Respecto de la infraestructura hospitalaria, en la administración pasada se sumaron apenas 537 camas de las más de dos mil prometidas, un 21,5% de la oferta original, construyéndose17 hospitales comunitarios, que son de menor tamaño y complejidad.

Adicionalmente, se han generado grandes atrasos en la infraestructura hospitalaria. Varios hospitales requieren ser licitados por dos, tres y hasta cuatro veces para lograr su adjudicación y ejecución, por bases de licitación complejas y anticompetitivas, con costos finales muy elevados. Un caso emblemático es el hospital de Calama cuyo costo por mt2 se empina por sobre los 140 UF /mt2, mientras que el Hospital de Antofagasta (concesionado) sólo fue de 52 UF/mt2. Calama es el hospital más caro del país y con una serie de ampliaciones de obras y plazos adicionales con gastos crecientes autorizados que sobrepasan los $ 120 mil millones.

En conclusión, se heredó un sector publico polarizado, fragmentado, altamente endeudado y con compromisos muy parciales en infraestructura, gestión clínica, productividad laboral, mala valoración por la ciudadanía y con franco deterioro en las listas de esperas.

En el sector privado, en tanto, la baja legitimidad de las isapres por ausencia de iniciativas legislativas que regulen las alzas de precios y que terminen con la discriminación, es otro foco de preocupación.

Las reformas del sector son urgentes. De ahí que el gran acuerdo nacional planteado por el Presidente Piñera, es un desafío importante donde se invita a que todos los sectores políticos trabajen de manera transversal en post de un bien común.