Imacec: señales positivas y riesgos que persisten
SEÑOR DIRECTOR:
Buenas noticias ha recibido la economía chilena este comienzo de año. Según el Banco Central, el Imacec de enero de 2023 creció 0,4% en comparación a igual mes del año anterior, y la serie desestacionalizada aumentó 0,5% respecto de diciembre, aunque cayó 0,3% en doce meses. Estas cifras indican un escenario más positivo del que proyectaba, por ejemplo, la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE), donde analistas habían estimado una contracción de un 1,5% (la mediana) para enero. Esto se suma a lo publicado hace unos días por la agencia Bloomberg, que indicó que el riesgo país de Chile ha caído a su nivel más bajo en ocho meses y ahora es significativamente inferior al de Perú y Panamá, señalando que el rechazo a la nueva Constitución influyó para que este índice evolucionara favorablemente para el país.
No se deben menospreciar estas señales. En macroeconomía, los modelos de formación de expectativas muestran que los agentes económicos revisan sus reglas de pronóstico a lo largo del tiempo en respuesta a nuevos datos; si éstos afectan positivamente las expectativas de ingresos, precios y ventas futuras, las decisiones de ahorro y de inversión -tan importantes para el crecimiento económico- también se revisarán al alza. Por esto es que los ministros de Hacienda siempre tienen que mostrar un sesgo positivo al país de lo que se viene en la economía, para propiciar expectativas positivas respecto del futuro.
Dicho esto, si bien es cierto que la trayectoria de corto plazo de la actividad económica se muestra más favorable a lo pronosticado para 2023, todavía persisten muchas dudas hacia el mediano plazo. Es clave, por ejemplo, minimizar el potencial impacto negativo de la reforma tributaria en el ahorro y la inversión, y de la reforma previsional en el empleo formal y el ahorro individual previsional. De no mediar una discusión informada, basada en la evidencia y que considere los incentivos dinámicos de las reformas en el Congreso que mejore sustantivamente su contenido, el impacto estructural de la administración Boric en la economía en el mediano plazo puede ser negativo y duradero. Esto es clave toda vez que según las estimaciones del propio Ministerio de Hacienda el crecimiento de la economía de la actual administración bordearía el 2%, superando, desde el retorno a la democracia, solamente al registrado en el segundo gobierno de Michelle Bachelet, cuando la economía anotó un promedio de 1,8%.
Mauricio Villena
Decano Facultad de Administración y Economía UDP
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