Importante señal para educación parvularia
En medio de la crisis que vive el país por el coronavirus y las múltiples iniciativas presentadas por el gobierno y los legisladores para hacerle frente, está previsto que hoy se ponga en tabla la votación de un proyecto de ley que fue presentado en enero del año pasado y que tiene por objeto crear un sistema de financiamiento para los niveles medios de educación parvularia. Se trata de una iniciativa que permitirá no solo inyectar más recursos para la operación de un nivel educativo que en los últimos años fue dejado en segundo plano, sino que además permitirá lograr una mayor equidad y justicia en el financiamiento que el Estado realiza por cada niño.
A grandes rasgos, se establece la creación de un sistema de subvenciones para los niveles a los que asisten los niños de 2 a 4 años, entre los cuales la cobertura hoy se encuentra en torno al 50%, es decir, muy por debajo de los estándares internacionales. Además de una subvención base, se contempla la entrega de un aporte adicional especial por vulnerabilidad socioeconómica y para quienes presentan necesidades especiales. A estos recursos podrán optar los jardines y establecimientos que hoy funcionan al alero de Junji e Integra y que son financiados vía transferencia de fondos, mecanismo que ha resultado ser poco transparente y muy desigual. Ello, naturalmente, siempre que cumplan con diversas exigencias que se les impondrá desde el Estado para asegurar el buen uso de los recursos.
El nuevo sistema, por tanto, permitirá mejorar especialmente el financiamiento para los jardines que hoy reciben a la mayoría de los niños que se encuentran asistiendo a este nivel educativo y que inexplicablemente son los que menos recursos reciben desde el Estado. De esta forma, se pretende avanzar en la entrega de recursos a través de un mecanismo objetivo y equitativo, que se espera contribuirá además a aumentar la cobertura de educación parvularia de manera costo efectiva.
La votación de este proyecto, sin embargo, no se ve fácil. Desde su ingreso a la Cámara de Diputados hace más de un año, éste ha sufrido diversas críticas por parte de personeros de oposición, las que sin embargo se han basado más en diferencias ideológicas -como el que los recursos dependan de la demanda y que se permita la participación de proveedores privados- y no en razones de fondo que permitan justificar de forma contundente un eventual rechazo. Un rechazo significaría postergar una vez más a los niños, especialmente a los más vulnerables, e ir en contra de toda la literatura internacional, que es tajante a la hora de apoyar las inversiones en los niveles educativos más tempranos. Sería incomprensible, además, que quienes hace unos años promovieron la gratuidad en la educación superior, hoy le cierren la puerta a la educación parvularia.
Con todo, es de esperar que prime el buen juicio y que esta iniciativa sea aprobada. Sería una buena señal de conexión por parte de la Cámara de Diputados con las familias más vulnerables del país.
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