Imprevisión: juez vs. la ley
SEÑOR DIRECTOR
En su reciente columna, Álvaro Ortúzar se pronuncia contra la reforma que, motivada por la pandemia, busca introducir la Teoría de la Imprevisión en el derecho chileno, argumentando que ella ha sido rechazada por los tribunales y que la buena fe proveería flexibilidad suficiente para que estos se hagan cargo del impacto de circunstancias sobrevenidas.
Si bien es efectivo que la buena fe podría ser usada judicialmente, como ocurrió en Alemania en la década de 1920, lo cierto es que los tribunales chilenos se han resistido históricamente a tomar esa ruta. Por lo demás, si lo hubieran hecho, probablemente habrían sido criticados por atentar contra la fuerza obligatoria de los contratos y afectar la certeza jurídica. De hecho eso pasó, en su momento, en Alemania.
En nuestra cultura jurídica, que aun mantiene un razonable grado de formalismo, una reforma de esta envergadura debe ser hecha por el legislador. Más allá de cuestiones de legitimidad, el desarrollo judicial del derecho siempre opera retrospectivamente y basado en hechos concretos, por lo que carece de la visión prospectiva y general de la ley. Sin embargo, para aprovechar esas ventajas, las iniciativas legales deben discutirse con calma, y es dudoso que una reforma motivada y discutida durante una crisis lo permita.
Ernesto Vargas Weil
Profesor de Derecho Civil, U. de Chile