Inclusión real, no estigmatización

SEÑOR DIRECTOR:
La reciente agresión de un estudiante autista a su profesora ha generado un debate centrado en la búsqueda de culpables, en lugar de cuestionar un sistema que sigue sin garantizar una verdadera inclusión. Desde el paradigma de la neurodiversidad, entendemos que las personas neurodivergentes no son el problema, sino la falta de adaptaciones y apoyos que permitan su desarrollo en entornos seguros y comprensivos.
Además, preocupa cómo algunos medios y redes refuerzan prejuicios y estigmatizan el autismo como sinónimo de violencia o peligro. Esta desinformación invisibiliza la falta de apoyos adecuados y afecta el bienestar psicológico tanto de las personas autistas como de sus familias, contribuyendo a su exclusión social.
La inclusión no es un asunto entre un docente y un estudiante, sino una responsabilidad de toda la comunidad educativa. No se trata de tomar partido por alguien, sino de asumir la corresponsabilidad del bienestar y el respeto de todas las personas involucradas. Una comunidad que comprende y atiende la diversidad no solo previene conflictos, sino que construye espacios donde cada persona puede desarrollarse plenamente.
María Paz Gómez
Comité de Inclusión
Escuela de Psicología Usach
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