SEÑOR DIRECTOR:

No deja de sorprender la profunda incoherencia que muestran miembros del FA respecto de las obligaciones que como ciudadanos tenemos; la última muestra: el voto obligatorio, el que hace no tanto fue reinstalado con la aprobación transversal de los legisladores, incluyendo una parte de la izquierda. Cuesta entender por qué de manera tan irresponsable se promueve el incumplimiento de leyes y normas de la República.

La democracia se cuida y se alimenta con la votación de los ciudadanos. Cuando se exigen tantos derechos también es importante recordar que tenemos deberes, los que son fundamentales para la existencia de nuestro país y de su sistema democrático. Uno de nuestros deberes es expresar lo que pensamos a través de las votaciones.

Los “pobres” a quienes ha pretendido cuidar el diputado Winter son los que más deberían participar, ya que las leyes que aprueba la Cámara de Diputados y el Senado, los programas de gobierno, los programas municipales, siempre los afecta a ellos. Ellos irán a votar o se justificarán como lo hemos visto en cada proceso eleccionario. Al pueblo le gusta participar, y con las facilidades de transporte, mayor número de locales de votación y asignación de locales cerca de donde viven, será más fácil que vayan a votar. Pero votarán no solo por los candidatos que están en las papeletas, sino también indirectamente expresarán su opinión sobre la seguridad pública, las listas de espera en salud, por los 1.500 niños sin asignación de escuela y otros miles sin útiles escolares a estas alturas del año. Escuchemos lo que dice el pueblo.

Una participación mayoritaria de ciudadanos en las votaciones debería ser motivo de orgullo y una celebración de la democracia chilena.

Varsovia Valenzuela

Ingeniero comercial

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