Informalmente vulnerables
Las estadísticas de la Comunidad Europea han establecido que una devolución de impuestos en Chile demora 37,7 semanas; plazo demasiado largo que que afecta gravemente la cadena de financiamiento de las Pymes.
La OCDE ha señalado recientemente que el 58% de los trabajadores en América Latina tiene un empleo informal y que, en Chile, la informalidad es cercana al 30%. Por su parte, el Ministerio de Economía, en su última encuesta bianual (2020 EME 6) ha establecido que, de los 2.057.903 micro empresarios existentes en el país, un 53,1% son informales.
La informalidad se encuentra directamente relacionada con la vulnerabilidad. Estos microempresarios no pueden acceder a financiamiento bancario, más del 65% declara que funciona sólo con recursos propios; la gran mayoría no realiza cotizaciones previsionales, ni cotizaciones de salud, y si llegan a contratar a un trabajador lo harán en la misma vulnerabilidad.
La informalidad mina la economía. Un estudio de la Cámara de Comercio de Chile establece que la informalidad digital - esto es las ventas del comercio informal on-line- se acercarían a 1.200 millones de dólares al año. Si a esto se suma la informalidad física, aquella que definimos como comercio callejero informal, el perjuicio que se le causa a la economía del país es inmenso.
Entendiendo que en épocas de crisis, la necesidad de contar con recursos para subsistir es más importante que el cumplir la ley, es necesario como país y sociedad, el tratar de formalizar este motor de la economía, para hacer crecer el mercado, la recaudación y sacar de la informalidad y la vulnerabilidad a este grupo tan importante de compatriotas.
Si bien, la formalización parte con realizar iniciación de actividades ante el SII -trámite que puede ser relativamente rápido- esto comienza a hacerse imposible si estamos frente a negocios de proceso de comidas, actividad que ha explotado en redes sociales en estos meses. Por otra parte, de llegar a pagar pagos provisionales mensuales, estos pequeños y micro empresarios tendran que solicitar la devolución de los impuestos pagados en exceso, ya que los dueños de estos emprendimientos estarán en los tramos exentos de impuestos finales.
Las estadísticas de la Comunidad Europea han establecido que una devolución de impuestos en Chile demora 37,7 semanas; plazo demasiado largo que que afecta gravemente la cadena de financiamiento de las Pymes.
Si bien estos microempresarios podrían acogerse a la Ley 19.747 de Micro Empresas Familiares (MEF), que permite realizar actividades en la casa habitación con una serie de beneficios administrativos, esta ley es complematente insuficiente en sus atributos.
Suponiendo que alguno de estos microempresarios llegara a superar las barreras y pudiera formalizar sus operaciones pero -como les ha pasado a muchos- no logra superar la crisis los caminos que tiene son lentos y costosos. O sea, si son valientes y vuelven a intentarlo será nuevamente con un emprendimiento informal, ya que el sistema no les facilita el reiniciar sus proyectos formalmente de manera rápida y expedita. Un circulo muy vicioso para nuestro país, sobre todo en estos tiempos.
* La autora es socia de Recabarren & Asociados y presidenta CELET
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