Innovar en Pandemia

VACUNA COVID
FOTO: Mario Tellez / La Tercera


Si entre las fuentes de la innovación (Drucker) están las epidemias y los cambios societales bruscos, que obligan a reformular diferentes ámbitos de la vida y de las organizaciones (científicas, gubernamentales, económicas, sanitarias, logísticas), nada más pertinente que partir por considerar dos hechos inusuales. La dramática cantidad de afectados -más de tres millones de muertos en el mundo y más de treinta mil en Chile-, y las modificaciones, cuando no cambios radicales, en políticas, instituciones y sistemas de gobernanza a nivel global.

En este segundo hecho, me refiero a la acelerada organización internacional del sector público y privado para contar con vacunas, que ha generado unos modelos de articulación de instituciones y de empresas, ciertamente analizables. También incluyo aquí las estrategias de obtención de vacunas (pre-inversiones, acuerdos de intercambio por información o análisis clínicos, negociaciones para reducción de impuestos, entre otros), a la generación del Fondo COVAX que eligió inicialmente a 18 países entre 72 postulantes, o a países, como Canadá, que declaran que las vacunas son asunto de seguridad nacional y por lo tanto genera decisiones sanitarias y legales en consecuencia.

¿Podríamos decir que de esta manera la “mesa está puesta” para la innovación? Para disponernos en actitud de trabajo y colaboración abordando los asuntos de gobierno, de democracia y de convivencia, pendientes por más de una década, ante la llegada del Sars-Cov2 a nuestro planeta y por las insuficiencias sociales previas y actuales que el virus ha permitido visibilizar.

El contexto, una vez más, nos está mostrando que en la medida que lo urgente desde el punto de vista sanitario -evitar contagios e inmunizar- aunque con cegueras y dificultades, se empiezan a ver posibilidades de resolver, al mismo tiempo se observa en los discursos una ralentización en la incorporación de aprendizajes que hace un año, en la fase de “descubrimiento” de la experiencia de vivir algo asombrosamente peligroso, nos tenían alertas y vigilantes, proyectando cambios importantes y deseados.

Cambios deseados y manifestados por la ciudadanía desde las crisis sociales en muchos países de distintos continentes. Transformaciones que se reclaman no solo en salud y sistemas sanitarios universales, sino en educación, en habitabilidad, como también en regulaciones ambientales, de inversiones y financieras, en la brecha digital, en conectividad y logística, entre otras. Estos son algunos de los “nuevos nichos” de innovaciones, públicas y privadas, y esperamos “orientadas por misiones” (Mazzucato). La forma de vivir, de educar, de trabajar, de movilidad, de cuidar la salud y no la enfermedad, todo es cancha para innovar. ¿Cómo estamos? ¿Cuáles son los desafíos de la reconfiguración? ¿Quiénes son los que darán un paso adelante?

Con Soledad Martínez, médica y salubrista de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, empezamos por un pequeño proyecto en medio de la pandemia, Teletriage en APS, que hoy va creciendo para instalarse en los CESFAM del Servicio de Salud Metropolitano Sur y con apoyo de la OPS. www.teletriage.cl Anticipar los escenarios, transformando la experiencia en aprendizaje y regeneración es hoy una de las tareas de la innovación con sentido de futuro. ¡Sigamos apostando por ella!

* Economista, Innovación Pública, Salud y Tecnología, directora de plataforma360.cl