Interrogantes éticas
SEÑOR DIRECTOR
Un trabajo publicado este mes en la revista Aging Cell sugiere que una combinación de fármacos puede retrasar el reloj biológico hasta en dos años, al revertir ciertos cambios epigenéticos; estos cambios persistieron seis meses luego de retirada la medicación. Si bien la muestra del ensayo es pequeña, y todos los voluntarios eran hombres sanos entre 51-65 años, de comprobarse su eficacia y seguridad a largo plazo, la posibilidad de retrasar el envejecimiento humano genera interesantes interrogantes éticas.
Por ejemplo, está el tema de la inequidad en el acceso: los pobres mueren jóvenes y los ricos se niegan a envejecer; cuáles serían las consecuencias en la edad de jubilación y el financiamiento de las pensiones; de qué manera podría impactar la sobrepoblación mundial y el derecho de las futuras generaciones el aumento de la población de adultos mayores, presumiblemente no laboralmente activos; junto a argumentos a favor de retardar el envejecimiento, como la beneficencia y el deber de mejorar nuestra calidad de vida, respetando la autonomía de las personas que desean retrasar su envejecimiento natural.
Dejo planteadas estas interrogantes, con la certeza que seguirán muchas más, tal como lo muestra la excelente entrevista publicada el fin de semana anterior al científico chileno Claudio Hetz, especialista en envejecimiento.
Sofía Salas Ibarra
Centro de Bioética, Facultad de MedicinaClínica Alemana Universidad del Desarrollo
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