Isapres: el país primero
SEÑOR DIRECTOR:
Resolver el tema de las Isapres es urgente, pues el colapso de las aseguradoras privadas de salud tendría consecuencias catastróficas para el sistema de salud del país, y en particular para pacientes crónicos, pacientes con preexistencias, prestadores privados y profesionales y administrativos de la salud. En mi opinión, para resolver el problema se tienen que dar dos factores simultáneamente.
El primero: la ley que se apruebe tiene que entregar certezas de sostenibilidad financiera al sistema, pues sin esto las Isapres caen. El segundo: no puede existir la sensación de salvataje para las Isapres, ya que este factor es clave para un acuerdo político y apoyo ciudadano.
El proyecto del gobierno atenta contra la primera idea, y el proyecto alternativo de la oposición contra la segunda. Sin embargo, el proyecto de la oposición creo que apunta en la dirección correcta. Me parece que una posible solución implicaría permitir aumentar los precios bases de los planes, pero en una magnitud tal que el precio final sea ligeramente inferior al precio que cobraron en el pasado y con un plazo razonable para su devolución. Así, algunos de los afiliados recibirán dinero, se cumplirá el fallo de la Corte Suprema y si ese monto menor es bien calculado, la devolución no representaría un riesgo financiero para el sistema. Además, los afiliados verán una caída marginal en sus planes hacia adelante (sin perjuicio de que para hacer sostenible el sistema, podrán subir los precios en el futuro).
La pregunta ahora es: ¿cuánto será ese monto ligeramente inferior y cuál es el plazo para pagarlo? La política tendrá que saber poner al país primero y llegar a acuerdo.
Tomás Larraín Lazcano
Economista