Izar la bandera
SEÑOR DIRECTOR:
A propósito del proyecto que obliga a los establecimientos a entonar el Himno Nacional e izar el Pabellón Patrio, vale la pena volver a uno de los principales argumentos que el filósofo Alasdair MacIntyre esgrimió en su conferencia de 1984 “¿Es el patriotismo una virtud?”. Para el autor, el patriotismo solo es posible en ciertos tipos de comunidad nacional y bajo ciertas condiciones. Una comunidad nacional, sostiene, que renegara sistemáticamente de su verdadera historia propia (como lo ha hecho el diputado Bobadilla al poner en duda los informes de las comisiones Rettig y Valech) o que la sustituyera por una ficticia (como pretendía hacerlo la diputada Naveillán respecto de la violencia sexual en dictadura) es una comunidad en la cual tener patriotismo sería una actitud irracional.
En este sentido, quizás en vez de izar la bandera, ir al rodeo y bailar la cueca, sería mejor que todos los estudiantes recibieran una adecuada educación cívica accediendo, por ejemplo, a los informes sobre prisión política y tortura y no fueran, en cambio, obligados a realizar “actos patriotas” de manera acrítica.
Ya lo sabía el viejo Aristóteles, las virtudes si bien requieren la repetición de ciertos actos, requieren por sobre todo que dicha repetición sea consciente y voluntaria.
Pablo Aguayo Westwood
Profesor Asociado
Facultad de Derecho, U. de Chile
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