SEÑOR DIRECTOR:
En esta especial época del año, la Comunidad Judía de Chile celebra Janucá, la “Fiesta de las Luces”, festividad que nos invita a reflexionar sobre la fuerza de la esperanza.
En Janucá celebramos la victoria de la luz sobre la oscuridad a partir del milagro ocurrido hace más de dos mil años, cuando un grupo de la familia de los macabeos, tras recuperar el Templo Sagrado en Jerusalén, arrebatado por los helenos, encontró una pequeña vasija de aceite para encender la menorá (candelabro). Aunque esa cantidad era suficiente para un solo día, milagrosamente ardió durante ocho días, lo que simboliza que, incluso en tiempos difíciles, la fe puede obrar lo imposible.
Así como cada vela es única, cada persona también lo es y tiene el poder de iluminar su entorno con acciones positivas. En Chile, donde enfrentamos grandes desafíos de inequidad, seguridad y un aumento preocupante de la violencia y el antisemitismo, necesitamos más que nunca a ciudadanos que inspiren con su ejemplo, líderes que guíen con integridad, comunidades que trabajen unidas por un futuro justo y que defiendan sus derechos de forma pacífica y con dignidad.
En Chile, hemos presenciado “milagros” que suceden cuando la solidaridad trasciende las diferencias y la unión logra lo que parecía imposible. Hoy pedimos por nuestro país y por el regreso de los más de 100 civiles secuestrados por Hamás: el milagro más deseado tras 446 días sin su presencia.
En un país donde convergen diversas culturas y religiones, recordar estos valores nos invita a fortalecer nuestra identidad nacional basada en el respeto y la diversidad.
¡Feliz Janucá!
Ariela Agosin
Presidenta de la Comunidad Judía de Chile
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