Juegos Olímpicos
SEÑOR DIRECTOR:
La inauguración de los JJ.OO. en París fue una fiesta espectacular, se puede decir mundial, donde reinó el arte, la fraternidad y la alegría, sentimiento tan necesario en el concierto internacional actual. El entusiasmo contagioso de esa juventud de alma sana en cuerpo sano, representando el espíritu patriótico de cada una de las naciones en el concierto deportivo, da esperanza de un mundo mejor.
París, ciudad luz, y Francia merecen la sede de estos JJ.OO. , y por qué no decirlo representan la cultura de la sociedad occidental. Sirva este ejemplo de organización, cultura y desarrollo a Chile, en estos aciagos días de crimen y delincuencia.
Marcos Concha Valencia
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