Kamala Harris: Una elección revolucionaria
En Estados Unidos la elección de los postulantes a la Vicepresidencia en ocasiones resulta clave, ya que muchas veces las cualidades del “compañero de fórmula” compensan los atributos que no abundan en el candidato a Presidente. Pero no siempre es así: en los comicios de 2016 el acompañante de Hillary Clinton, el senador Tim Kaine, pasó sin pena ni gloria, mientras que Mike Pence poco pudo hacer para destacar ante la avasallante personalidad de Donald Trump.
Pero esta vez será distinto, considerando que si el demócrata Joe Biden consigue un triunfo en noviembre, asumirá la Casa Blanca en enero de 2021 con 78 años. Ningún Presidente de EE.UU. ha tenido una edad tan avanzada en asumir el cargo: Trump lo hizo con 70 años, Barack Obama con 47, George W. Bush con 54 y Bill Clinton con 46. Por eso, esta vez, el acompañante de Biden en el "ticket presidencial" cobra una inusitada relevancia. Esto, ante una eventual enfermedad propia de las edades más avanzadas o bien pensando en las elecciones de 2024.
El martes, Biden anunció que finalmente se decantó por la senadora californiana, Kamala Harris, como su compañera de fórmula, una elección "revolucionaria" según algunos analistas estadounidenses. Harris, de 55 años, será la primera política negra en una fórmula presidencial de un partido grande. Además, su figura surge justo cuando el tema racial ha vuelto a considerarse como un asunto vital tras la muerte de George Floyd. Así, la elección de Harris no sólo tiene que ver con el hecho de que eventualmente podría tomar la posta de Biden a futuro, sino que también con sus propias cualidades profesionales, además de su particular historia de vida.
Hija de madre india y padre jamaicano, Harris se crió en un hogar en California donde la lucha por los derechos civiles era pan de cada día. De hecho, el movimiento estudiantil le dio a esta pareja de inmigrantes una causa común. Para Harris, la justicia social es fundamental. Sin embargo, aunque creció en Berkeley rodeada de activistas, pronto se dio cuando que ella misma podría iniciar un cambio social trabajando adentro del sistema. Por eso se convirtió en abogada y luego en una reconocida fiscal en San Francisco.
"Harris ha pasado su vida pública negociando en órbitas dispares, con fluidez en los círculos activistas y del establishment sin sentirse nunca completamente anclada en ninguno de los dos", señaló The New York Times. Es precisamente ese perfil el que explica su mayor fortaleza y la posición desde la que puede lanzar dardos contra Trump.
Pese que Harris se enfrentó al propio Biden en las primarias presidenciales del Partido Demócrata, su figura se posicionó como alguien interesada en unir al partido y trabajar en un frente común. Además, como no se sitúa precisamente a la izquierda del partido, como el caso de Bernie Sanders o Elizabeth Warren, su perfil atrae también a los moderados.
Harris se enorgullece de haber enfrentado como fiscal a grandes bancos de Wall Street durante la crisis financiera de 2008, para evitar que las familias endeudadas perdieran su vivienda. Además, se define como una defensora de la clase media y ha denunciado la brutalidad policial contra afroamericanos.
Kamala Harris no hizo historia solo esta semana al ser electa como candidata a la Vicepresidencia, sino que años atrás se convirtió en la primera mujer negra en ser elegida fiscal general de California y la segunda en llegar al Senado, en 2017. “Ninguna buena política pública termina con un signo de exclamación”, es su frase favorita, que explica también sus principios.
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