La adicción del Fortnite
SEÑOR DIRECTOR
Cuando recién salió Fortnite a mí no me gustó, siempre le decía a mi hermano que era muy fome, que quería jugar otro juego. Después de un tiempo se hizo muy famoso y lo comencé a jugar y me di cuenta de que era el mejor juego que había jugado y era el único juego que jugaba. Yo y mi hermano nos turnábamos hasta que un día mi hermano no me dejó jugar porque me decía que estaba jugando con sus amigos. Mi mamá compró un computador para su trabajo y le pregunté si me lo podía descargar y me dijo que sí. Ahí era muy feliz, porque podía jugar todo el rato.
Cuando salimos de vacaciones todo el rato estaba pensando en ese juego, y me decía "ya se va a actualizar y no voy a estar con el computador". Cuando volvimos tenía una semana más de descanso y jugué toda la semana hasta que llegó el último día y me di cuenta de que había desperdiciado toda mi semana jugando Fortnite, y me decía "soy un adicto"; quería parar, pero no podía porque me aburría y no podía jugar otras cosas con mi hermano porque él jugaba y jugaba, y no paraba. Lo único que hice esas vacaciones fue jugar Fortnite.
Santiago Llusá, 10 años
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