La agonía de Evópoli
SEÑOR DIRECTOR:
Evópoli surgió con la ambición de renovar y diversificar la derecha chilena. En sus inicios, el partido atrajo a simpatizantes de todo el país, impulsado por figuras carismáticas como Felipe Kast, Luciano Cruz-Coke y Hernán Larraín. Su enfoque no buscaba ser el partido más grande de Chile, sino destacarse por su seriedad, profesionalismo y una agenda clara.
Durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera, Evópoli jugó un rol destacado, especialmente en la gestión de Gonzalo Blumel en el Ministerio del Interior e Ignacio Briones en Hacienda. Hernán Larraín y Luz Poblete llevaron el liderazgo del partido con éxito, atrayendo a más de mil candidatos.
Sin embargo, la aparición del Partido Republicano y la polarización tras el estallido social desplazaron a Evópoli del centro de la discusión política. Desde que Gloria Hutt asumió la presidencia del partido, Evópoli ha mostrado signos de fractura y una alarmante falta de dirección. La falta de nuevas voces y causas dentro del partido, junto con una visible soledad de Hutt en la escena pública, ha llevado a una percepción de declive, reflejada en la última encuesta CEP.
Hoy, Evópoli enfrenta un futuro incierto. Las figuras que alguna vez lo llevaron al protagonismo han desaparecido de la escena, y el partido parece perder relevancia día tras día. Este escenario plantea una pregunta fundamental: ¿Es esta la agonía de Evópoli, o una fase pasajera?
Es crucial que los líderes y miembros de Evópoli reflexionen sobre el camino recorrido y los errores cometidos. El partido necesita urgentemente revitalizar su liderazgo, reconectar con sus bases y reafirmar su compromiso con los principios que una vez lo distinguieron. De lo contrario, corre el riesgo de desvanecerse en la irrelevancia política.
Álvaro Williams V.
Comisionado Político Evópoli
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