La angustia

Juan Cristóbal Guarello

"Nunca hubo un torneo tan demoledor como este 2020. Dos tablas de descenso, 60-40 en porcentaje de puntos para 2020 y 2019, con la consecuencia que Universidad de Chile, por ejemplo, aspira a meterse como Chile 4 en la Copa Libertadores y, a la vez, salvarse de un hipotético partido por la permanencia".



Domingo, 10:30 AM, con el sol levantándose por el oriente, un fresco agradable en el aire impregna el óvalo del Ester Roa Rebolledo afantasmado y vacío. Sobre la cancha, Universidad de Concepción se enfrenta a Universidad Católica, ya relajada por el título obtenido el miércoles y alineando suplentes y juveniles que necesitan rodaje. Al igual que la UC, el local no se juega nada, salvo meter una goleada estrepitosa, tipo 9-0, que pudiera darles una chance remota de meterse en la Copa Sudamericana, si es que se dan una serie de resultados: que pierda Cobresal, que pierda O’Higgins, que pierda Santiago Wanderers. No, en los jugadores del Campanil no hay cabeza para soñar carambolas inverosímiles y clasificar en una copa internacional de milagro. Están para cosas más concretas y decisivas, más terribles también: salvar la categoría. Y no depende de ellos. Por eso, y esto lo imaginamos, juegan distraídos, tensos e incómodos. La mente está en otro lugar y en otro tiempo, exactamente a las seis de la tarde de ese domino en el Municipal de La Cisterna y en el Tierra de Campeones.

El drama de la U de Concepción es terrible y paradójico: al empatarle en los descuentos a Santiago Wanderers mandó a Iquique a la B y se salvó él en la tabla ponderada. Perfecto. Pero permitió que Coquimbo Unido quedara a un punto de Iquique en la tabla 2020 después de ganarle a Everton. Entonces, Iquique juega su último partido de local contra Santiago Wanderers ya descendido, sin motivación alguna y con gran posibilidad de perder, ya que el cuadro porteño se está jugando un cupo en la Sudamericana. Coquimbo, por su lado, visita a Palestino. Si le gana e Iquique pierde o empata, pasa a Iquique en la tabla 2020. Consecuencia: corre la tabla ponderada y Universidad de Concepción se va a la B, porque Iquique desciende por la tabla 2020.

¿Enredado? Sí ¿Sangriento? También.

Nunca hubo un torneo tan demoledor como este 2020. Dos tablas de descenso, 60-40 en porcentaje de puntos para 2020 y 2019, con la consecuencia que Universidad de Chile, por ejemplo, aspira a meterse como Chile 4 en la Copa Libertadores y, a la vez, salvarse de un hipotético partido por la permanencia. A falta de una fecha hay un equipo descendido (Iquique), dos con posibilidad de descender directamente (Universidad de Concepción y Coquimbo Unido) y cinco que todavía pueden jugar el partido definitorio por la permanencia (Audax , Colo Colo, La Serena, Curicó y la U). La Serena, además, está complicada en ambas tablas.

Sin dudas lo más dramático es lo de la Universidad de Concepción. Tendrán una tarde de domingo angustiosa, rezando porque Iquique gane su partido o Coquimbo no gane el suyo. El duelo de la mañana contra Universidad Católica será un recuerdo borroso y lejano, si es que se acuerdan de él.