La Antártica, el APV de Chile

antártica raúl cordero

La promulgación del Presidente Piñera, de la ley que crea el Estatuto Antártico Chileno, es una importante y necesaria señal de cara a proteger los intereses nacionales.



Los chilenos y el gobierno, a pesar de la triste situación de confinamiento y del negativo comportamiento de la economía, no debemos olvidar los aspectos estratégicos y permanentes que definirán nuestro destino, como lo es la Antártica, activo invaluable que está en el radar de muchas potencias y donde Chile no se debe restar.

La promulgación del Presidente Piñera, de la ley que crea el Estatuto Antártico Chileno, es una importante y necesaria señal de cara a proteger los intereses nacionales. Así entonces, siempre que las decisiones del país tengan como propósito el bien de Chile y de los chilenos, no debe conllevar ambigüedad, sino certeza.

Desde pequeños, se nos enseñó en el colegio, que nuestro país tenía un territorio antártico como proyección natural de nuestro continente y que su conectividad a través del Pacífico, nos garantizaba sentirse parte de este trozo de tierra austral. En los mapas se nos mostraba que esa península era suelo chileno, reconociendo pertenencia e identidad nacional y, aunque la Antártica no tiene dueño, ya se están realizado explotación ilegal de recursos pesqueros, turismo antártico y el día de mañana, se podrían establecer cuotas de petróleo, minerales y ¿por qué no?, agua, siendo hoy la más grande reserva de agua dulce del mundo.

Establecer una política Antártica Nacional, nos ayuda a planificar y fijar prioridades sobre este territorio y nos regala la esperanza de saber cuidar y proteger recursos económicos tan necesarios para el Chile del futuro.

Por muchos años se ha dilatado esta discusión con Argentina, situación que ha aprovechado el país trasandino para publicar su derecho sobre la plataforma continental extendida, posición que merece ser aclarada y refutada de forma categórica por nuestro gobierno, sin omisiones ni fisuras.

El derecho a la defensa de nuestra soberanía en la zona austral, nos debe movilizar y poner el foco en este territorio. Destinar recursos, inversiones, personal y equipamiento, con el fin de garantizar nuestra presencia. Debemos pensar que esta tierra noble es como nuestro APV: un ahorro que más temprano que tarde nos dará sus frutos. El tiempo pasa, las tecnologías evolucionan muy rápido y si bien la Antártica hoy no es explotable, pronto lo será. Por eso debemos estar preparados, en especial las FFAA, quienes cumplen y ejercen el rol garante de nuestra soberanía y en particular la Armada de Chile, que con el despliegue de sus buques, helicópteros y dotación, permiten que esta porción de tierra siga siendo chilena.

Todos, sin excepción, deben sumarse a este objetivo nacional, porque una vacilación en este asunto, puede pasarnos la cuenta.

“Con la verdad, no se ofende ni se teme”.

-El autor es Socio CEO de Altadireccion Capital

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