La carreta delante de los bueyes
SEÑOR DIRECTOR
La afirmación del Presidente de condicionar una reforma al sistema político a la aprobación de las reformas tributaria y de pensiones, a lo menos, resulta confusa considerando el escenario político actual.
Nuestro país tiene 25 partidos políticos constituidos y 3 en formación. En la Cámara de Diputados hay partidos que cuentan con un único representante y otros con 20, además de un grupo significativo que no milita en ningún partido, es decir, son independientes. Esto ha provocado una fuerte dispersión ideológica en la integración de la Corporación.
¿Y cuál es el problema? El problema es que se ha generado un clientelismo político -estrechamente ligado a la cantidad de parlamentarios que son o actúan como independientes- que ha instalado un discurso de exigencias de minorías circunstanciales que obstaculiza el alcance de consensos.
No hay reforma más importante que aquella destinada a devolver relevancia política al Poder Legislativo, potenciando la discusión de cada proyecto de ley en su mérito sin sujetar su eventual aprobación a la satisfacción de los intereses particulares de un grupo de parlamentarios. Una vez que alcancemos ese estándar, vengan las reformas técnicas que se necesiten. No pongamos la carreta delante de los bueyes.
Bernardita Valdés
Fundación Jaime Guzmán
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