La columna de Francisco de la Cerda: “Las nubes en el horizonte económico nos recuerdan la importancia de prepararse ante las lluvias”

La columna de Francisco de la Cerda: “Las nubes en el horizonte económico nos recuerdan la importancia de prepararse ante las lluvias”

"Los anuncios del gobierno en materia de reducción de la “permisología” van en la dirección correcta, pero, tal como ya alertó la agencia clasificadora S&P, es necesario solucionar la falta de gobernabilidad del actual sistema político, la dificultad de alcanzar acuerdos y la demora en la aprobación de políticas públicas significativas que impulsen el crecimiento y fortalezcan la posición fiscal del país".



La variación nula del Imacec de septiembre fue una sorpresa positiva para las expectativas del mercado. Además, se observan indicios (aún incipientes) de que la economía estaría avanzando hacia una moderada recuperación. Sin embargo, bien hizo el ministro Marcel en su llamado a mirar las tendencias de mediano plazo. Con las nubes que se han ido formando en el horizonte, es preferible mantener el paraguas a mano.

La primera nube es generada por la disposición de la Fed a mantener su tasa de interés en niveles contractivos por más tiempo al que se anticipaba, llevando a un estrechamiento de las condiciones financieras globales. La segunda nube se produce por la debilidad de la economía china. Si bien las últimas cifras económicas muestran una mejoría en el margen, su crecimiento de mediano plazo probablemente se ubique bajo su promedio histórico. La tercera nube surge de los conflictos geopolíticos. A la guerra entre Rusia y Ucrania se suman los recientes conflictos en a torno a la franja de Gaza, lo cual se transmite a nuestro país a través de la disminución del apetito de los inversionistas a mercados emergentes y del alza en el precio del petróleo. Finalmente, hay una nube producida localmente por la mayor lentitud del Banco Central para recortar la TPM, pese a la rápida reducción que ha mostrado la inflación (principalmente las medidas subyacentes).

Con todo, surgen dudas respecto a si los supuestos macroeconómicos utilizados para elaborar el presupuesto de 2024 dejan suficientemente cubiertas las cuentas públicas en caso de lluvias. El gobierno elaboró su erario con un crecimiento de 2,5%, sobre el 1,8% que muestra la Encuesta de Expectativas Económicas (más cercano al escenario pesimista de Hacienda de 1,9%). Así, en caso de materializarse un escenario de menor crecimiento al estimado en el presupuesto, habría presiones sobre los ingresos fiscales. Puede ser que el gobierno haya anticipado este riesgo, ya que de los USD 21,0 mil millones solicitados para emitir deuda pública, hay cerca de USD 4,0 mil millones que no explicaron cuáles serán sus destinos de financiamiento y que podrían ser una suerte de colchón en caso de una caída. Sin embargo, esto no es preferible desde la predictibilidad del uso de recursos públicos y antes habría que ajustar las proyecciones utilizadas, que lucen optimistas.

Desde una mirada más de largo plazo, salta a la vista que el crecimiento de la economía chilena se ha estancado. De crecer a tasas promedio de 7,0% en los 90 y de 4,0%-5,0% en la primera década de los 2000, el crecimiento disminuyó a casi la mitad, alcanzando sólo un 2,2% entre 2014 y 2022 (si dejamos fuera del cálculo los convulsionados años de 2019 en adelante, el promedio es de sólo 2,0%).

Los anuncios del gobierno en materia de reducción de la “permisología” van en la dirección correcta, pero, tal como ya alertó la agencia clasificadora S&P, es necesario solucionar la falta de gobernabilidad del actual sistema político, la dificultad de alcanzar acuerdos y la demora en la aprobación de políticas públicas significativas que impulsen el crecimiento y fortalezcan la posición fiscal del país.

Es una muy buena noticia que nuevamente se estén poniendo los ojos en el crecimiento económico, pese a que aún son sólo señales y aún pocos hechos consumados. Es importante anticiparse a las tormentas, no vaya a ser que nos pille sin un paraguas a mano.

* El autor es economista de LarrainVial Research