La columna de Guarello: La Copa del Caos II

Alejandro Dominguez, president of CONMEBOL, holds the Copa America trophy in Montevideo
Foto: REUTERS

"En el Hotel de Luque muñequean esperando nadie sabe qué. Tal vez que el virus se ponga 'bueno'".



La impresión es que la Conmebol es capaz de esperar hasta el 12 de junio, el día anterior a la inauguración, para avisar dónde se jugará, de una vez por todas la Copa América. Colombia pidió aplazarla y desde Luque, Paraguay, les dijeron que esto es imposible. Argentina, entre Alberto Fernández y el Chiqui Tapia, esbozaron un plan de emergencia para asumir el torneo en su totalidad y al día siguiente el propio presidente confinó a todo el país por nueve días debido al descontrol de los contagios y muertes. Ayer la AFA suspendió todo el fútbol local hasta el 30 de mayo por razones sanitarias.

Mientras, en el Hotel de Luque muñequean esperando nadie sabe qué. Tal vez que el virus se ponga “bueno”.

Cecilia Pérez, nuestra ministra del deporte, les tiró un salvavidas diciendo que “Chile está preparado”. Y Pablo Milad hasta cree que se podría hacer con público en las tribunas. Pisando huevos la ANFP logra mantener en funcionamiento los campeonatos del fútbol profesional, con protocolos severos y no pocas bajas en el camino. Distinto es montar un torneo continental completo acá y con público, como exige la Conmebol y sueñan en la ANFP. Menos con el desprestigio que tiene el actual gobierno, donde su presidente se ha transformado, con razón o sin ella, en el Aleph, el punto donde convergen todos los puntos, de las rabias y cuentas pendientes sociales de Chile. Buena o mala la idea, va a ser mala por descarte.

Además, los últimos números de contagios tampoco están para ser optimistas. Los efectos de la vacunación, por la lentitud de la Sinovac para dar inmunidad, 14 días después de la segunda dosis, se verán de manera concreta en un mes. Con suerte.

Las otras opciones son Paraguay que siempre está a la mano y ahora en Asunción hay más estadios que el Defensores del Chaco y Uruguay, que tampoco tiene tantos escenarios ni tantas ganas de recoger el guante.

Tardíamente se comenzó a vacunar a los planteles profesionales del continente y, como está señalado un par de párrafos más arriba, los efectos inmunizadores no se verán hasta después de terminado, según el calendario de la Copa América.

Universidad Católica se vacunó contra el Covid-19 con las dosis entregadas por la Conmebol.
El plantel de la Universidad Católica durante la vacunación contra el Covid-19. Foto: ANFP

¿Qué hacer? Lo más razonable, y realista, es aplazar el torneo hasta el 2023 y retomar el antiguo calendario. Entre 1967 y 1975, por el despelote organizativo de la Conmebol, no hubo Copa América. Hacer un campeonato cada cuatro años es lo lógico y no se pierde ninguna generación en el medio. Entiendo que la idea era calzar la Copa América con la Eurocopa, que, en realidad, no me parece tan buena idea. Pero el problema es otro, si se aplaza una vez más, la Confederación Sudamericana de Fútbol va a quedar en la ruina ya que vive de la Copa América.

Lo concreto es que Alejandro Domínguez no se mueve de su sitio y la Copa América 2021 se inaugura el 13 de junio con un partido en algún estadio de algún país. Tal vez en el FIFA 21 o en el PES. Yo solo sé jugar Pelé Atari (con los jugadores que parecen pulgas de mar y la pelota es cuadrada).

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