La columna de Guarello: Los olvidados

La columna de Guarello: Los olvidados
FOTO: AGENCIAUNO

"Este 'ajuste' del fútbol profesional chileno habrá ahorrado algunos pesos, pero sus consecuencias serán catastróficas en el mediano plazo. Que no sorprendan los resultados de las selecciones Sub 20, Sub 17 y Sub 15 que tendremos en un tiempo más".



Podrían correr descalzos y sucios bajo el blanco y negro de los callejones de Ciudad de México como en la magnífica película de Luis Buñuel. Olvidados. Ejemplo maximalista aparte, las divisiones inferiores, cadetes o fuerzas básicas, elija el término que más le acomode, yacen olvidadas desde el 18 de octubre del 2019, donde, como primera y apurada víctima, el fútbol en su totalidad decidió parar por completo “solidariamente” con el estallido social. Solidaridad, ya está comprobado con cifras en la mano en anteriores y majaderas columnas, era con la calculadora, donde las garantías de pago de TNT Sports (CDF entonces), se dividieron por la posición en la tabla, las ganas de tener vacaciones y los ahorros importantes que significaban dos meses sin actividad.

Luego vino el Coronavirus...

Y pasaron 19 meses. Entre saltos de fases de comunas, descoordinación entre el Ministerio del Deporte y la ANFP y la casi nula voluntad del mismo consejo de presidentes por reanudar las actividades con un piso mínimo, el fútbol formativo chileno continúa casi en la paralización completa. Son casi dos generaciones de jugadores que perderán tiempo crítico e irrecuperable para su futuro desarrollo.

En la actualidad, y luego de la última modificación del plan Paso a Paso, hasta los jardines infantiles tienen garantizado su funcionamiento. Incluso en cuarentena ¿Y qué pasa con las divisiones cadetes? A velocidad de bueyes, se consiguió que la Sub 19 volviera a entrenar, no a jugar, siempre y cuando la comuna no estuviera en Fase 1. La Sub 17 en una escala menor, algunas prácticas espaciadas, alguna pichanga y atentos a lo que diga la subsecretaria Daza. De las que vienen abajo ni hablar, siguen en stand by desde octubre del 2019.

Sub 19
La última generación de Colo Colo Sub 19 que alcanzó a disputar un torneo antes de que se pararan las actividades. Foto: Fútbol Joven Chile

Desde la directiva y el consejo de presidentes de la ANFP han empujado la reanudación de los campeonatos profesionales, elaborando protocolos sanitarios, políticas conjuntas con el gobierno y coordinación con los clubes. Claro, es el rango donde entra la plata de la televisión. Para abajo casi nada. Y con buenas razones: son un gasto. Y aquí hay que decir las cosas por su nombre: el estallido social y la pandemia le dieron a un grupo muy importante de clubes la disculpa perfecta de sacarse una obligación muy poco rentable en lo inmediato, que es lo que les importa, de la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas, esto es, tener divisiones inferiores con sus respectivos cuerpos técnicos, implementos, logística, médicos, viajes…

Y cuando vieron la oportunidad de ahorrarse toda esa plata por razones de “fuerza mayor”, cortaron cabezas como una segadora de trigo. La cantidad de entrenadores de cadetes que han sido cesados en el último año y medio se cuenta por decenas. Y el número de jugadores de esas categorías que no han visto una práctica en ese tiempo, por centenares.

Este “ajuste” del fútbol profesional chileno habrá ahorrado algunos pesos, pero sus consecuencias serán catastróficas en el mediano plazo. Que no sorprendan los resultados de las selecciones Sub 20, Sub 17 y Sub 15 que tendremos en un tiempo más. Van a llegar con dos años menos de entrenamiento y formación que sus pares en Sudamérica. Un desastre.

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