La columna de Hugo Aravena: Ética Financiera: sin diagnóstico, no hay posibilidad de mejora

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"Las brechas requieren un tratamiento. Cada uno de los profesionales de las inversiones, estamos en la obligación de educarnos en este tema; en cada organización financiera, deberíamos disponer de un manual de consulta para consultar dilemas éticos"



En los últimos meses mucho se ha discutido sobre el valor del mercado de capitales en Chile, especialmente a propósito de los bullados retiros y nuevas propuestas de retiros desde los fondos de pensiones, los que si bien, buscaban ir en ayuda de las personas perjudicadas por la pandemia, ejercieron una presión inflacionaria que terminó deteriorando los ingresos de las mismas personas a las que se esperaba apoyar.

Lo cierto es que el mercado financiero en Chile es extremadamente importante, no sólo para sí mismo, sino que para toda la economía. El sistema financiero es como el corazón que bombea sangre, la que transmite oxígeno y nutrientes que alimentan el tejido económico del país y sin la cual, las personas y emprendedores no pueden desarrollar los proyectos de vida que se han propuesto. Es por esto, que cuidar su salud y transparencia es tan relevante, toda vez que sus principales cimientos se basan en la confianza a partir de la cual se transan promesas.

Y como sin diagnóstico, no hay posibilidad de conocer lo que va mal y sin mediciones no es posible mejorar, es que CFA Society Chile, organización que busca elevar los estándares técnicos y éticos en el mundo de las inversiones, realizó el primer sondeo ético del mercado financiero chileno. El estudio, que se aplicó a 170 ejecutivos del ámbito de las inversiones, reveló que hay brechas relevantes para lo que debería ser nuestro sector, reflejado en un modesto 4.6 como nota promedio de los encuestados al nivel ético general del sistema financiero.

Ciertamente, los resultados podrían ser peores si se comparan con la situación en que operaba el mercado hace 30 años atrás, cuando no existían murallas chinas, oficiales de cumplimiento, suitability, segregación de funciones y tantos otros parámetros regulatorios para operar en un marco honestamente virtuoso. La formación ética de las personas es disímil, por lo tanto, mejorar y uniformar los marcos de referencia para encauzar la ética institucional se hace imperativo, y debe ser parte de un propósito de mejora continua.

Mirando el vaso medio lleno, es destacable que quienes operan en el mercado financiero chileno están conscientes de que se enfrentan a diario a dilemas éticos, de hecho, el sondeo muestra que el 75% de la muestra estima que en las empresas existe una cultura de mejora en temas de ética. Viendo la parte medio vacía del vaso, y considerando los tiempos actuales, es importante alertar sobre la urgencia de poner la transparencia y el buen proceder como valores que ayuden a legitimar un sistema que constituye el principal canal de transmisión sanguínea de la economía de Chile.

En medicina, el diagnóstico sin tratamiento no sirve. Y un tratamiento sin control del especialista, tampoco. Y en este caso ambos son útiles tanto para los mismos ejecutivos como para los reguladores.

El diagnóstico ya está. Las brechas requieren un tratamiento. Cada uno de los profesionales de las inversiones, estamos en la obligación de educarnos en este tema; en cada organización financiera, deberíamos disponer de un manual de consulta para consultar dilemas éticos; y finalmente, el supervisor revisará si hay también espacio de mejora en la normativa.

Promover los más altos estándares éticos y de excelencia profesional en la industria financiera en beneficio de la sociedad, requiere del compromiso, convicción y responsabilidad de todos y todas.

* El autor es presidente CFA Society Chile