La columna de Ignacio Fernández: “Chile: laboratorio natural de tecnologías para el mundo”
La capacidad de Chile para destacarse como hub tecnológico en América Latina se debe a una combinación de factores: la inversión en infraestructura, el desarrollo del capital humano y la implementación de una red 5G robusta que facilita la conexión y el desarrollo de tecnologías avanzadas.
El comercio internacional de servicios está evolucionando rápidamente, impulsado por la digitalización y la innovación basada en el conocimiento. Sectores como las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), FinTech, y la educación digital, están emergiendo como motores clave del crecimiento global. En este escenario, Chile ha logrado posicionarse como un centro de desarrollo tecnológico y exportador de servicios de alta calidad.
En 2023, las exportaciones de servicios chilenos superaron los 2 mil millones de dólares, representando un aumento del 55,5% respecto al año anterior, y en el primer semestre de este año ya alcanzamos los 1.178 millones de dólares, un 29,7% más que en el mismo periodo de 2023. Al respecto, el sector tecnológico ha sido uno de los pilares fundamentales de este crecimiento.
Por ejemplo, Chile es la segunda economía más innovadora de Latinoamérica, y lidera el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA 2024), destacando por sus políticas de gobernanza y la promoción de la IA en los sectores público y privado. Esto ha permitido que empresas chilenas destaquen como actores clave en áreas como el desarrollo de software, soporte técnico y externalización de procesos de negocios, ganando reconocimiento internacional.
Sin embargo, este liderazgo no es accidental: En 2023, Chile fue primer exportador mundial en 15 productos; según el ranking RECAI de EY, somos los primeros de Latinoamérica y estamos entre los 15 a nivel mundial de los países más atractivos para invertir en energías renovables no convencionales. El liderazgo en industrias como minería, la agricultura, la acuicultura y las energías limpias es sustentado en parte por la existencia de una red de empresas proveedoras de tecnología y servicios para cada uno de ellos.
La capacidad de Chile para destacarse como hub tecnológico en América Latina se debe a una combinación de factores: la inversión en infraestructura, el desarrollo del capital humano y la implementación de una red 5G robusta que facilita la conexión y el desarrollo de tecnologías avanzadas. Pero también contribuyen las condiciones geográficas, climáticas, exigencias productivas y más. Estos avances no solo han beneficiado al sector tecnológico, sino que también han permitido la expansión de otros sectores de servicios, como la educación y la ingeniería. Podríamos decir que Chile es un laboratorio natural para el desarrollo de tecnologías.
Es ese laboratorio el que queremos mostrar al mundo entre el 14 y 16 de octubre en el Encuentro Exportador Enexpro Tech que reunirá a más de 150 empresas nacionales con compradores de 11 mercados clave como Estados Unidos, México, Colombia y España.
La diversificación de la matriz exportadora chilena es crucial para el desarrollo económico. Los servicios no solo aportan innovación y valor agregado, sino que además representan un sector menos vulnerable a las crisis de la economía global. Nuestro país ha demostrado que tiene las herramientas y la capacidad para ser un líder en esta nueva era digital.
- El autor es director general de ProChile
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