La columna de Javier Salinas: La encrucijada del plebiscito de salida y la volatilidad del peso

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"Los cambios institucionales continuarían latentes y no hay certeza alguna de que la fractura social se subsane. Y mientras tanto, el peso estaría descontando hoy en día en torno a los CLP150 por la incertidumbre local, más que en los momentos más álgidos del 2019 (alrededor de los CLP130) pero menos que a fines del año pasado (cercano a los CLP210). Así, más allá del resultado del plebiscito, seguiremos transitando por este campo minado por otro largo período de tiempo."



En las últimas semanas, las encuestas han comenzado a anticipar una posibilidad real de un rechazo en el plebiscito de salida. Ante este hecho es pertinente evaluar las consecuencias y riesgos de ambos resultados de manera más simétrica.

Primero, lo más evidente: si la Constitución que la Convención está redactando queda aprobada en el plebiscito de salida, se abre la puerta para cambios relevantes en las instituciones políticas y económicas actuales, cuyo efecto en el desempeño de la economía y los mercados financieros es aún incierto. Esta incertidumbre nace de lo complejo que es analizar el efecto de cada una de las normas ante la vorágine de artículos que van apareciendo en el documento final (y en cómo interactúan unas con otras en la construcción de las nuevas instituciones), pero se amplifica ante el hecho que aún queda pendiente la armonización de la nueva carta magna con las demás leyes, labor que no será corta y que estaría en manos del poder legislativo (el actual y los que vienen, cualquiera que sea su forma en la nueva Constitución). En otras palabras, la aprobación de la nueva Constitución sería el inicio de los cambios institucionales, no el fin de éstos. Por otra parte, si bien el resultado del plebiscito es binario, su participación y el porcentaje de triunfo del apruebo darán luces de la validación popular con la que iniciaría la nueva constitución, la cual, por cierto, no está escrita en piedra. Un triunfo estrecho del apruebo podría llevar a más de un político a buscar cambios en la nueva Constitución desde su comienzo.

Ahora bien, si la Constitución que está escribiendo la convención es rechazada en el plebiscito de salida y la actual continúa vigente, la incertidumbre respecto a cambios institucionales disminuye significativamente, pero la tensión entre la sociedad y las instituciones prevalecientes se intensificaría. Al entender el rechazo del plebiscito de salida como una insatisfacción respecto a la propuesta de la Convención, y no como una negativa a cambios (inferencia a la que es fácil llegar con el resultado del plebiscito de entrada), lo natural sería buscar nuevos mecanismos para que esos cambios ocurran. Ante ello, surgen varias preguntas, ¿está dispuesta la clase política (de todo el espectro) a generar estos cambios bajo los mecanismos de la constitución vigente de manera rápida y en la dirección y magnitud correcta? ¿Existen las condiciones para buscar una alternativa institucional similar a la que se llegó en noviembre del 2019? ¿Será la sociedad lo suficientemente paciente (y el gobierno lo suficientemente eficaz) para que estos cambios se den en un ambiente de orden y paz? ¿qué significa todo esto para el futuro ambiente de negocios, las condiciones para la inversión y la evolución de los mercados financieros?

Ninguno de los dos escenarios está libre de riesgos y éstos no son equiparables entre sí. Sin embargo, en ambos casos, los cambios institucionales continuarían latentes y no hay certeza alguna de que la fractura social se subsane. Y mientras tanto, el peso estaría descontando hoy en día en torno a los CLP150 por la incertidumbre local, más que en los momentos más álgidos del 2019 (alrededor de los CLP130) pero menos que a fines del año pasado (cercano a los CLP210). Así, más allá del resultado del plebiscito, seguiremos transitando por este campo minado por otro largo período de tiempo, ante la posibilidad de materialización de alguno de estos numerosos y variados riesgos.

El autor es economista jefe LarrainVial Research.