La columna de Pía Mundaca: Crisis habitacional

Campamento Nuevo Amanecer de Cerrillos, la toma más grande de la RM


Por Pía Mundaca, directora ejecutiva de Espacio Público

Nuestro país está repleto de desafíos y estos corren en líneas complementarias; hay un proceso constituyente en curso, profundas demandas sociales no resueltas, una economía en un complejo escenario, entre tantos más. Creer que hay un camino único es ingenuo y pretender que todo será resuelto en un par de meses solo podría tener como resultado el fracaso absoluto. Por lo mismo, lo que en algunos momentos puede ser abrumador, guarda la exigencia de sacar la cabeza del agua y pensar el tipo de país que queremos ser, considerando un horizonte mayor del que en reiteradas ocasiones el debate público permite, y la presión ciudadana demanda. El liderazgo político debe considerar medidas de corto plazo que se hagan cargo de las urgencias más inmediatas; respuestas que le otorguen gobernabilidad y le den tiempo y confianza para gestionar aquello que requiere mayores plazos, pero para lo cual debe haber un plan. Un buen ejemplo de lo anterior es la crisis habitacional que experimenta nuestro país.

El sábado recién pasado, la Fundación Déficit Cero junto al Centro de Políticas Públicas UC presentó un reporte que estima y caracteriza el déficit cuantitativo habitacional en Chile, el cual nos entrega insumos para dimensionar la crisis habitacional. Si bien el déficit cuantitativo de viviendas es construido considerando allegamiento, hacinamiento y viviendas irrecuperables, es insuficiente para medir el requerimiento de viviendas que tenemos en Chile. Por ello, el reporte agrega en la estimación las familias en campamentos y los hogares de personas en situación de calle. Se estima así que Chile requiere 641.421 viviendas. Sin embargo, hay que tener en consideración que las fuentes estadísticas pueden tener rezago en la dimensión del problema, por lo que el requerimiento de nuevas viviendas podría ser mayor.

Un aspecto importante que evidencia el reporte es la posibilidad de analizar el problema considerando el contexto local, ya que el déficit habitacional no está distribuido homogéneamente. Si bien el porcentaje de requerimiento de viviendas en relación al total nacional se concentra en la Región Metropolitana y Valparaíso, al analizar el déficit respecto al total de viviendas por región las zonas que están en una situación más crítica son la Región de Tarapacá, Antofagasta y Arica y Parinacota. Por otro lado, un 12,7% del requerimiento de viviendas se explica por familias en campamentos, las cuales tienen una presencia mayor en las regiones del norte y en Valparaíso.

Como bien dijo el Presidente Boric en su discurso en Enade antes de asumir el cargo, para enfrentar la crisis habitacional “se requiere un esfuerzo que vaya más allá del gobierno de turno”, pero por lo mismo, y teniendo tan claro el diagnóstico, se hace urgente tener un plan que nos permita actuar coordinadamente y con celeridad. Hablar de vivienda es hablar del primer piso de dignidad y asegurarla es contribuir también a diversas dimensiones del desarrollo de la vida. Algo que, si bien algunos no conocían durante los tiempos más críticos de la cuarentena, es de esperar que ya no quepan dudas.