La confianza y el desarrollo de Chile
Este efecto de hacer los procesos más lentos e ineficaces por falta de confianza impacta a todas las organizaciones, gobiernos y sociedad en general.
Mansour Javindan lidera el proyecto GLOBE que mide el liderazgo en diferentes culturas. Este año, están recolectando datos en más de 120 países, Chile incluido. Uno de los focos de la investigación actual es el desarrollo de confianza en diferentes culturas.
¿Por qué confianza? A nivel mundial los efectos de la confianza y especialmente de desconfianza están siendo cada vez más visibles.
La desconfianza tiene impacto en el funcionamiento de las organizaciones y en la sociedad en general. Genera muchos costos y afecta directamente en la productividad, ya que cuando desconfiamos, tenemos que poner más sistemas de control, más barreras y todos los procesos se hacen más lentos. Esta es una de las razones por la cual la confianza en una sociedad es tan importante, nos hace más eficientes y los procesos se hacen más expeditos.
Imagínense por un momento que durante la pandemia hubiéramos desconfiado en las competencias de los médicos y profesionales de la salud que estuvieron en primera línea. Que les hubiéramos pedido en cada intervención su certificado de título y algo que demostrara que son competentes en lo que hacen. En este ejemplo, es claro que no hubiéramos sido capaces de atender a todas las personas que atendieron y hubiera tenido un impacto directo en la vida de personas.
Este efecto de hacer los procesos más lentos e ineficaces por falta de confianza impacta a todas las organizaciones, gobiernos y sociedad en general.
Tanto en Chile como en el mundo, estamos teniendo una crisis de confianza y esto nos impacta a todos. Este es un efecto mundial, igual que la pandemia, por lo que tenemos que trabajarlo de forma consciente y constructiva, pasando de un círculo vicioso a uno virtuoso.
Para partir, necesitamos la ayuda de todos, ese es el gran desafío. La confianza se desarrolla desde la conducta diaria de todos los ciudadanos, pasando por los medios de comunicación hasta el comportamiento de nuestros líderes. Todos somos responsables de fomentarla o destruirla y lo hacemos desde comentarios diarios hasta nuestros posteos en redes sociales. Podemos lograr un cambio importante si cada uno de nosotros nos proponemos promover el diálogo, centrarnos en el bien común y en el propósito que nos une a todos, un Chile en que todos estemos mejor.