La Constitución y los neuroderechos



En los últimos días hemos conocido el acuerdo y firma de una amplia mayoría de los dirigentes de los partidos políticos de un pacto por una nueva Carta Fundamental para Chile. Este acuerdo es una gran noticia para el país, ya que permite avanzar en caminos de paz, encuentro y diálogo en torno a un tema que es muy prioritario en la agenda y que junto a un número importante de demandas sociales, era crucial poder abordar. Con este acuerdo, se abre la posibilidad de preguntarle a la población a través de un plebiscito, su opinión referente a la Constitución y en el caso de que la mayoría desee cambiarla, la fórmula y quienes serán los encargados de esta importante tarea. Ahora bien, al plantear cambios, debemos ver de manera responsable, amplia y profunda las posibilidades que se presentan y con una mirada de futuro evaluar cuáles son los desafíos que se plantean desde el punto de vista cultural, social y también producto del avance y desarrollo de la ciencia y tecnología.

Hace ya unas semanas, en la UC hemos tenido la oportunidad de interactuar con el destacado neurobiólogo español, Dr. Rafael Yuste, quien es reconocido por ser el líder del proyecto BRAIN, una iniciativa en que trabajan cientos de laboratorios del mundo, con el objetivo de "mapear" en detalle la actividad neuronal para entender el razonamiento y poder ofrecer respuestas a ciertas enfermedades neurológicas. En la actualidad, el investigador lidera el tema de los "neuroderechos" de las personas, entendidos éstos en dos aspectos principales: en primer lugar la privacidad mental, es decir que los datos médicos del cerebro de las personas se traten con extrema confidencialidad, -equiparable por ejemplo, al de los trasplantes de órganos-, y el segundo, el derecho a la identidad, o bien que el "yo" no se disuelva en la inmensidad de la red, manteniendo así su individualidad, derecho y respeto ante todo.

En su primera visita a Chile, en mayo de este año, el Dr. Yuste realizó una presentación sobre las neurotecnologías y sus implicancias científicas, médicas y sociales. Fue a partir de esta visita y a través de las redes que se generaron, que surgió la inquietud de poder desarrollar y profundizar en el ámbito de los instrumentos jurídicos disponibles tanto en Chile como a nivel internacional, para poder enfrentar la demanda de la protección de los "neuroderechos". En esta tarea, las Facultades de Derecho y de Medicina UC, han realizado un destacado trabajo académico que está en pleno desarrollo. En este sentido los integrantes de la Comisión de Desafíos del Futuro del Congreso Nacional han jugado un rol clave en acercar la academia a las políticas públicas de presente y futuro. Este ejemplo debe ser replicado en otras áreas de interés para el país.

Así, con el fin de contribuir a la discusión de este tipo de temáticas, y acogiendo distintas miradas, hemos querido analizar los instrumentos jurídicos más adecuados para resguardar estos neuroderechos, velando por la dignidad de las personas. Para ello, se ha conformado un grupo de trabajo que incluyó especialistas en bioética, derecho, neurología, sociología, psicología y psiquiatría, entre otros. Este espacio de reflexión académica es necesario para entender las implicancias de las nuevas neurotecnologías, que aunque representan avances en el tratamiento de numerosas enfermedades, también podrían ser mal utilizadas en desmedro de las personas. Por ello, es crucial legislar para dar garantías a los pacientes y a los sujetos en estudio.

Hace unos meses, el objetivo final del trabajo se planteaba como la elaboración de un proyecto de ley que incorporara los neuroderechos en la Constitución. En la actualidad, con el debate constitucional en marcha, este desafío está aún más vigente. Es vital la adopción de reglas éticas para la neurotecnología y la inteligencia artificial, por lo que el ejemplo de nuestro país podría llevar eventualmente a su incorporación en la Declaración Universal de Derechos Humanos. En el momento histórico que vivimos, en que en los próximos meses el país enfrenta el desafío de reflexionar acerca de la Carta Fundamental, estamos convencidos que desde la UC tenemos el deber de hacer un aporte real al resguardo de la dignidad y a la privacidad de las personas, desde el punto legal, médico, ético, y filosófico. Así, nuestro país puede liderar esta iniciativa y presentarle al mundo una nueva mirada en la protección de los neuroderechos. Es un gran desafío y una valiosa oportunidad.

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