La demonizada tómbola
SEÑOR DIRECTOR:
Se le atribuye a la tómbola el transgredir un derecho fundamental de los padres: el de la elección de la educación de sus hijos. Sin embargo, son los propios padres y apoderados quienes completan el formulario de postulación, indicando sus establecimientos de preferencia.
Por tanto, el problema no radica en la existencia de una tómbola, sino en la falta de alternativas de calidad entre las cuales escoger. Esto queda demostrado en la alta demanda por establecimientos subvencionados de excelencia, que supera entre dos y siete veces las vacantes ofrecidas, mientras que muchos establecimientos públicos no llenan sus vacantes. En consecuencia, los padres no logran que sus hijos sean admitidos en los establecimientos de su preferencia.
Se requiere que la discusión pública apunte a asegurar que todos nuestros niños y jóvenes tengan la oportunidad de acceder a colegios de calidad y no quede a la suerte de una tómbola el tener que simplemente conformarse.
Bernardita Tornero
Académica Escuela de Educación UANDES
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