La manzana de Newton

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Foto : Andres Perez


La epidemia conocida como la Gran Peste, sucedió entre los años 1665 y 1666 y acabó con la vida de casi 100 mil personas en Inglaterra y más de una quinta parte de la población de Londres. Fue en ese entonces que Isaac Newton supuestamente reflexionó acerca de la manzana que le cayó en la cabeza desde un árbol. La historia, ficción o no, da a entender el proceso que le llevó al científico a investigar la gravedad. Durante su aislamiento por la peste, investigó la idea clave para su teoría, escribió los documentos que serían la base del cálculo y desarrolló sus teorías sobre óptica mientras jugaba con prismas.

Newton siempre fue un obsesivo, extremadamente talentoso y con la habilidad de transformar la cuarentena en su año milagroso en el que delineó el programa que habría de desarrollar y pulir en los años siguientes. Los emprendedores, en general, solemos admirar este tipo de características. Usar las adversidades, resolver problemas, aprovechar oportunidades, diseñar nuevas formas y avanzar a la acción.

Hace algún tiempo, los principales gremios representantes de emprendedores del país, propusimos la creación de una Mesa Nacional Económica de apoyo a las Pymes. Una instancia convocada por la Confederación Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conapyme), la Multigremial Nacional, y el gremio que presido, con el fin de generar iniciativas de apoyo a las pymes del país, en el marco de la alerta sanitaria por el Covid-19. Pero la idea era ir más allá. En medio de la transformación histórica que estábamos viviendo como país, tras el 18-O, nos parecía una instancia necesaria para cuestionarnos cuál sería la estrategia que usaríamos también en el mediano plazo para seguir avanzando con un país construido desde la justicia, la dignidad, los talentos, la innovación y las oportunidades.

A la mesa fueron invitados representantes del gobierno, parlamentarios de todos los colores políticos, trabajadores, otros gremios, mundo público y privado, entre otros.

Uno de los temas claves que hemos enfrentado entre los miembros desde que iniciamos este desafío ha sido la necesidad imperiosa de hacer un llamado a la unidad y generar instancias que integren todas las visiones (sin exclusión), a todos los sectores y a todos los actores relevantes, de manera de crear en conjunto soluciones que nos permitan visualizar cómo resolveremos los problemas.

Para nosotros, los miembros de la mesa, la unidad es hoy nuestra manzana de Newton. Ese elemento que, en medio de esta crisis, necesitamos imperiosamente que “nos caiga a todos en la cabeza”: gobierno, políticos, gremios y ciudadanía. Y nos haga entender que la única manera que lograremos avanzar y aprovechar esta dolorosa pandemia para sembrar las bases de lo que seremos de acá en adelante, es en acuerdo. No por nada fue el mismo Newton que acuñó una frase célebre: “La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo”.