La mirada chilena a la elección peruana
Carlos Escaffi es gerente general de Imaginacción Perú y profesor de la Facultad de Gestión y Alta Dirección de la PUCP.
A solo 5 días que los peruanos concurran a las urnas para elegir al próximo presidente o presidenta de la República y sus 130 nuevos congresistas, se hace necesario analizar desde la óptica chilena la vinculación histórica, cultural, social y, por cierto, económico-comercial entre ambas naciones. Y es que valgan verdades, esta es mucho más profunda y madura de lo que se cree. Hoy esta integración se sustenta en las diversas manifestaciones sociales que se dan de manera natural entre chilenos y peruanos de a pie, que cada vez usan menos el espejo retrovisor para mirarse. Chilenos y peruanos comparten hoy desde manifestaciones de fe, hasta expresiones culturales de arte urbano, así de integrada se encuentra esta relación fraternal, que está amparada también en los más sólidos instrumentos de protección bilateral, pero, sobre todo, de importante madurez y voluntad política con la que se han cerrado los capítulos pendientes, evidenciando así la vocación de paz e integración que sustenta la política exterior de ambos pueblos. Ni qué decir de la destacada presencia en bloques regionales multilaterales, entre ellos la Alianza del Pacífico.
Es por ello, que debe leerse con prudencia y cautela, en un contexto de promesas electorales, la diversidad de propuestas que continuarán lanzando los candidatos a las elecciones presidenciales peruanas previstas para este domingo 11 de abril. Vendrá luego, una reñida segunda vuelta, y finalmente el ganador asumirá la Presidencia de la República el 28 de julio del 2021, fecha en la que además Perú recibirá su Bicentenario de vida republicana.
Conociendo en profundidad la realidad peruana, pero sobre todo su idiosincrasia, resultaría aún irresponsable hacer pronósticos sobre potenciales presidenciales. Si bien el grueso de los peruanos decide su voto el mismo día, en la fila antes de ingresar al salón para votar, es cierto también que hoy el elector peruano está bastante descontento con lo vivido en las últimas décadas, sobre todo en el último quinquenio gubernamental, en donde la constante fue la inestabilidad política. Recordemos que Perú ha tenido 4 presidentes en los últimos 5 años. Entonces, es altamente previsible el voto de castigo y sanción a la clase política que daría a luz nuevamente un atomizado y fraccionado Parlamento. También están presentes y en calidad de elementos influyentes, los fantasmas de las décadas de los 80 que siguen atormentando a un grupo de electores que vivieron o sobrevivieron a la hiperinflación, estatización y terrorismo y, por cierto, el duro frenazo que ha sufrido y sigue sufriendo la alicaída economía de los que menos tienen, así como la extinción de pymes, que no quieren seguir endeudándose.
Las últimas 72 horas antes de la elección del 11 de abril serán decisivas y determinantes para escuchar hablar con más fuerza a los candidatos. Los electores podrían ser influenciados por propuestas mesiánicas de corte populista con ideologías de izquierda o derecha. Es altamente probable que dentro del grupo de seis candidatos que lideran con aún mesurados niveles de preferencia electoral, emerja la próxima presidenta o presidente de la República del Perú. Sin embargo, aun nada está dicho.
Nótese que hace 72 horas, el rango de intención de voto en ningún caso pasaba los 19 puntos en promedio. De hecho, el candidato Yonhy Lescano de Acción Popular, ex congresista de centro izquierda, en la última encuesta no superaba los 19 puntos, seguido de la líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori de centro derecha con 13 puntos. Debajo de ella, venían una serie de candidatos en un empate técnico, entre ellos, el ex alcalde y ex futbolista George Forsyth y el empresario de corte conservador y radical Rafael López Aliaga con 11 puntos y fracción en promedio, seguidos por el connotado economista internacional Hernando de Soto con 10 puntos y finalmente Verónika Mendoza, ex congresista de izquierda, con también 9 puntos.
Hoy, a escasos cinco días de las elecciones, la incertidumbre se percibe. No habría un despunte importante de un candidato, aunque lo que sí se percibe es que, a pesar del alto porcentaje -casi 30 puntos- de encuestados que señalan que votarían blanco/nulo, hay una cívica decisión de ir a votar, ello a pesar de las adversas y críticas condiciones sanitarias.
Así las cosas, por más controvertidas las declaraciones y propuestas que escuchemos desde Chile, reitero, estas deben tomarse en su justa medida. Ya lo dice el sabio aforismo: “una cosa es con guitarra y otra con cajón”. Si no, recordemos el pasado escenario electoral y las propuestas del candidato Ollanta Humala cuando aspiraba al sillón presidencial y lo que hizo luego en calidad de presidente de la República.