La nueva ola de inversión china
Por Jorge Heine, profesor de Relaciones Internacionales Universidad de Boston
El anuncio de Sinovac de que instalará en Chile una planta de 60 millones de dólares para producir vacunas para el mercado local y el sudamericano, marca un hito en la inversión china en este país. Lo mismo vale para la adjudicación del contrato para confeccionar los pasaportes chilenos por parte de un consorcio chino-alemán. Estos pasaportes costarán la mitad del precio del actual, que es uno de los más altos del mundo.
En principio, este auge de la inversión china no debería sorprender. En 2020, la inversión extranjera china llegó a los 153 mil millones de dólares (un 12% del total), la primera a nivel mundial. Desde 2016, la inversión extranjera china ha promediado un 10% del total mundial. Su stock a nivel global llega a los 2,58 billones de dólares, solo superada por el de EE.UU., en 8,13 billones, y Países Bajos, en 3,8 billones. La tasa de ahorro de China fluctúa entre el 40 y el 45%, lo que explica esta condición de gran exportadora de capital, algo que no tiene visos de cambiar a futuro.
Es sabido que, en 2019, China fue el mayor originador de inversión extranjera en Chile, algo que se repitió en el primer semestre de 2021, superando los 5 mil millones de dólares. Como se señaló en un reciente seminario de la Universidad SEK, la cartera de proyectos chinos en InvestChile pasó de 15 en 2017, a 30 en 2021. Hoy por hoy, según InvestChile, “China lidera la cartera de proyectos de la agencia”.
Lo notable es que hasta 2004, la inversión china en Chile brillaba por su ausencia, no superando un par de cientos de millones de dólares. Ello no guardaba relación con los altos flujos comerciales bilaterales (que han subido exponencialmente desde la firma del TLC Chile-China en 2005, y hoy superan los 40 mil millones de dólares), ni con la inversión china en países vecinos, en varios de los cuales llega a decenas de millones de dólares. El gran giro se da en 2016, con la adquisición de Pacific Hydro, con cerca de mil millones de dólares de activos en el sector energía en Chile, por parte de la china State Power Investment Corporation (SPIC). Ello fue seguido en 2018 por la compra de la cuarta parte de SQM por la china Tianqi Lithium, en 4 mil millones de dólares. La firma y ratificación en 2016 de un tratado para evitar la doble tributación, algo que, sin ir más lejos, Chile no tiene con Estados Unidos, no es irrelevante para estos efectos.
El otro aspecto llamativo, es que en momentos de cambios políticos en Chile, y en que algunos sectores no hacen sino denostar lo que ocurre, muchas empresas extranjeras, y las chinas en particular, siguen apostando por Chile y el futuro que se construye. Hay una lección allí, para todos aquellos que quieran verla.
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