La pandemia impacta en la sexualidad de las chilenas
En Centro Miintimidad quisimos investigar cómo está afectando la pandemia los ámbitos del deseo, el placer y la frecuencia sexual en las chilenas. Para esto realizamos una encuesta donde participaron 523 mujeres con edades entre 18 y 59 años, encontrándose interesantes resultados.
El 63,9% de la muestra reveló que su frecuencia de encuentros sexuales ha disminuido durante la pandemia, el deseo sexual bajó, por su parte, en 33,8% y la capacidad de experimentar placer cayó en 35,9%. El 14,5% de las mujeres encuestadas tiene entre 18 y 24 años, 46,1% entre 25 y 39 años y 36,1% entre 40 y 59 años.
El 4,8% de la muestra nunca había experimentado un orgasmo, de ellas el 60% tiene entre 25 y 39 años.
También quisimos comparar cómo el encierro y la pandemia afecta la vida sexual en las mujeres, según su tipo de relación de pareja. Respecto al grupo de mujeres que está una relación estable y vive junto a su pareja, que corresponde al 52,6% de la muestra total, disminuyó 42,9% su deseo, el placer sexual bajó 42,5% y la frecuencia de encuentros sexuales cayó 60%.
En el grupo de mujeres que tienen parejas estables, pero que no conviven, el deseo disminuyó 22,6%, el placer bajó 27,7% y la frecuencia de encuentros sexuales cayó 64,2%. En las mujeres que están iniciando una relación de pareja, se dan cifras similares, encontrándose una disminución del deseo sexual de 22%, una baja de 20,6% en el placer y una caída de 67,6% en la frecuencia sexual.
En las mujeres sin pareja, el deseo disminuyó en 30,9%, la capacidad de experimentar placer bajó 45,2% y la posibilidad de tener encuentros sexuales fortuitos cayó 83,3%. De estos resultados, podemos deducir que las mujeres que tienen una relación de pareja estable, que han estado encerradas bajo un mismo techo durante la pandemia, son el grupo más afectado en su calidad de vida sexual.
Todas las mujeres tienen la capacidad de experimentar un orgasmo, por lo que si no lo han logrado, es importante consultar con un profesional especializado para realizar un aprendizaje del autoplacer.
Entre los factores que influyen en esta nueva realidad, puedo mencionar el cambio de roles dentro del hogar: lo que antes podíamos delegar, ahora debería ser compartido por la pareja, como el cuidado de los hijos, la limpieza y la cocina, entre otros aspectos. El tiempo exclusivo para compartir en pareja ha disminuido.
La tensión, el estrés y la preocupación en el ámbito laboral y económico, en tanto, ha aumentado, generándose frustración, inseguridad, aburrimiento, depresión, rabia, lo cual afecta en la relación con uno mismo y en el ámbito interpersonal. La falta de privacidad y el cansancio, tampoco son buenos aliados de una vida sexual placentera.
¿Entraremos en una época de nueva sexualidad post pandemia? ¿Cambiará la manera de relacionarnos? ¿Será una norma pedir examen de Covid-19 y VIH antes de iniciar un encuentro sexual? ¿Nos relacionaremos en forma más auténtica y desde el corazón?
Son muchas las interrogantes que nos asaltan y las respuestas las iremos conociendo con el tiempo. Aprendamos a valorar que la cantidad de encuentros sexuales en el mes o el número de orgasmos no es la meta de una vida sexual plena, sino más bien la comunicación, empatía y la calidad de los vínculos afectivos y sexuales ya sea en pareja o a solas.
* Kinesióloga especialista en sexualidad y disfunciones del suelo pelviano y directora de Centro Miintimidad