Lamentables efectos de algo previsible
SEÑOR DIRECTOR:
Lo que está ocurriendo con los fenómenos climáticos viene avisándose hace mucho tiempo. El Reporte Mundial de Riesgos de 2015 nos advertía que “el cambio climático global ya está modificando los niveles de amenaza y exacerbando el riesgo de desastres”. Eso implica un aumento de la frecuencia e intensidad de los desastres asociados al clima.
¿Cuál es el límite de fallecidos o afectados para que se entienda y se comiencen a tomar estas advertencias en serio? Lamentablemente, de no hacer algo, el límite lo fijará siempre la naturaleza.
Buenos ejemplos para replicar: en la minería construyeron un estándar auditable para todas las minas del mundo que generen relaves, que reduce el riesgo de desastres a las comunidades y medioambiente, cuya condición de borde es “cero fallecidos”.
En este plano, la Superintendencia de Servicios Sanitarios se encuentra trabajando en la construcción de un estándar fiscalizable que fije las condiciones mínimas que todas las empresas sanitarias reguladas deberán cumplir ante la activación del plan de suministro alternativo de agua potable provocado por un desastre, y cuyas condiciones de borde, entre otras, se relacionan con la entrega de 15 litros de agua diaria por persona y no más de 30 minutos en la “cola” del suministro.
De eso se trata la gestión del riesgo de desastres. Conocidos los riesgos, aproximarse sistémicamente a cada uno de ellos y reducirlos mediante la planificación, la organización, la dirección, el control y la coordinación en cada etapa del ciclo del riesgo.
Rodrigo Ortiz Jara
Ex subdirector de Gestión del Riesgo
Onemi/Senapred
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