Las almas del gobierno
Por Eugenio Rivera, Fundación Chile21
Las “dos almas” de la derecha son de antigua data pero han retomado fuerza desde el 18/0. Colisionaron con motivo del acuerdo que abrió paso al proceso constituyente. También lo hicieron al debatir si abrirse a un diálogo con la oposición política ante el fracaso de la política sanitaria, económica y social y aceptar sus demandas, de elevar sustantivamente el Ingreso Familiar de Emergencia de $65 mil a 100 mil, entre otras medidas. Lo mismo ha ocurrido respecto del debate en la derecha en torno a los “proyectos inconstitucionales” que más allá de sus implicancias de política pública revela sensibilidades políticas distintas, pone en el tapete la demanda por una nueva Constitución y, probablemente, ayuda a eludir la discusión de los problemas de fondo.
Algunos han querido ver meras diferencias coyunturales. No parece ser el caso. En efecto, como muestra el estudio de Alenda y otros “Anatomía de la derecha chilena”, es posible encontrar junto con los sectores más afines a la dictadura, que los autores denominan subsidiarios y ultraliberales y contrarios al cambio de Constitución; sectores agrupados bajo el concepto de solidarios (partidarios de cambios tributarios y una política social más progresiva) y que abogan por una nueva norma fundamental. Lo interesante es también que estos grupos están presentes en todos los partidos de la derecha, en una relación promedio cercana a 70% versus 30%, en favor de los primeros.
Parece obvio que el proyecto neoliberal heredado de la dictadura ha entrado en una crisis profunda. El dilema es qué proyecto tomará su lugar en la derecha. Se trata de un dilema que no solo enfrenta Chile. Existe la alternativa de extrema derecha a la Trump y Bolsonaro y en una menor medida a la Johnson que se ha apoderado de las estructuras políticas tradicionales de la derecha, basados en un fundamentalismo religioso que reacciona a la modernidad ilustrada, en un fuerte ortodoxia neoliberal y en un deterioro de las normas básicas de las formas políticas. En Chile, este sector aparece representado por J.A. Kast y la presidenta de la UDI e incluso en sectores antes vinculados a la DC. Un segundo sector que en los Estados Unidos y Brasil aparece extremadamente desdibujado, toma conciencia de los graves problemas que genera la desigualdad y el abuso sobre la legitimidad del modelo neoliberal, que pone en cuestión la subordinación de la política a la “racionalidad” económica y que entiende que le construcción de una nueva derecha pasa por la ruptura con la herencia dictatorial. Representantes de este sector son Lavín, Desbordes, M.J. Ossandón y C. Monckeberg. Se trata de una noticia en desarrollo, que explica los fuertes desacuerdos indicados, las dificultades para construir un diagnóstico de la situación y un plan para enfrentar la crisis que se desboca.