Las catástrofes relacionadas con el clima no causan más muertes
Por Bjorn Lomborg, presidente del Copenhagen Consensus Center
Los informes alarmistas sobre el clima nos desinforman sobre las extremas olas de calor, las inundaciones y los incendios. Tenemos la impresión de que el cambio climático fuera de control está causando calamidades cada vez más mortales. Sin embargo, los datos desmienten esta afirmación.
Uno de los impactos mejor documentados del calentamiento global es el aumento de los extremos de calor, que recientemente ha sido noticia en todo el mundo. Aunque rara vez se informa de ello, el nuevo informe del Grupo de Expertos sobre el Clima de las Naciones Unidas también nos dice que “la frecuencia y la intensidad de los fríos extremos han disminuido”. Esto es importante porque, en todo el mundo, más de 4,5 millones de personas mueren de frío en comparación con menos de 600.000 que fallecen por calor.
Un nuevo estudio publicado en la revista médica The Lancet muestra que el aumento de la temperatura en las dos últimas décadas en EE.UU. y Canadá implica 7.200 muertes adicionales por calor al año. Pero el estudio también muestra que el calentamiento significa que cada año evitamos 21.000 muertes por frío. Estamos mal informados si no escuchamos las dos partes de esta historia.
Las trágicas inundaciones en Alemania y Bélgica también se achacan al cambio climático. Pero los datos no corroboran que las crecidas de los ríos hayan aumentado. A nivel mundial, un amplio estudio de más de 9.000 ríos muestra que, aunque algunos ríos presentan una tendencia al aumento de las inundaciones, muchos otros presentan una tendencia a la disminución de las inundaciones.
Inevitablemente, predominarán las historias de los ríos que aún se inundan, pero esto no nos ayuda a comprender el panorama global. Lo más importante para las inundaciones fluviales es que cada vez más personas construyen en planicies inundables, sin dejar que el agua vaya a ninguna parte. Esto pone de manifiesto la necesidad de un sistema de alerta que funcione bien.
En este caso, Alemania falló estrepitosamente. Los modelos advirtieron de las inundaciones con hasta nueve días de antelación, pero la mayoría de la gente no se enteró. El hidrólogo que creó el Sistema Europeo de Concientización sobre Inundaciones lo calificó como “un fracaso monumental del sistema”. Pero, por supuesto, culpar de las inundaciones mortales al cambio climático es conveniente para los políticos responsables de la falta de alertas tempranas.
Del mismo modo, los incendios en EE.UU. se atribuyen con frecuencia al clima, pero la verdadera razón es la mala gestión forestal. Y en general, las propias estadísticas del gobierno estadounidense desmienten el revuelo: la superficie quemada en 2021 es la séptima más baja de los últimos veinte años. En 2020, solo se quemó el 11 por ciento de la superficie anual en comparación con los primeros años del siglo XX. En contra de los clichés sobre el clima, la superficie quemada a nivel mundial ha disminuido drásticamente desde 1900 y sigue disminuyendo en la era de los satélites.
Tenemos estadísticas sobre las muertes mundiales por todos los desastres meteorológicos relacionados con el clima, como inundaciones, sequías, tormentas e incendios, procedentes de la Base de Datos Internacional de Desastres. En la década de 1920, estas catástrofes mataban en promedio a casi medio millón de personas al año.
La narrativa actual sobre el clima sugiere que las catástrofes provocadas por el clima son más mortíferas, pero eso no es cierto. A lo largo del último siglo, las muertes relacionadas con el clima han disminuido un asombroso 96%, hasta llegar a unos 18.000 muertos en un año promedio. Dado que la población mundial se ha cuadruplicado, el riesgo de muerte por causas climáticas en la década de 2010 se redujo en más de un 99%.
Esto no niega que el cambio climático sea un problema real que debemos solucionar de forma inteligente. Pero, en contra de la narrativa actual, nuestra capacidad de adaptación es mucho mayor que los riesgos climáticos cambiantes. Veamos el año 2021, que parece ser calificado como el año de las catástrofes climáticas. Ajustado a un año completo, las catástrofes meteorológicas relacionadas con el clima causarán probablemente unas 6.000 muertes este año.
Cada muerte es una tragedia, pero muchas más tragedias se están evitando. A nivel mundial, el estudio de The Lancet muestra que el cambio climático provoca anualmente 116.000 muertes adicionales por calor, pero evita casi 283.000 muertes por frío. Cada año, el calentamiento salva 166.000 vidas. En la actualidad, ya no se pierden medio millón de vidas, ni siquiera 18.000, por desastres meteorológicos relacionados con el clima, sino 6.000. En el año 2021 podría alcanzarse un descenso del riesgo de muerte relacionado con el clima del 99,7% durante un siglo.
Para una conversación inteligente sobre el clima, tenemos que insistir en conocer todos los datos.