Las horas más oscuras del Rey Juan Carlos
Una encuesta de Sociométrica conocida hace dos días refleja la opinión de los españoles respecto de Juan Carlos I: el 48,9% respalda a la actual monarquía liderada por Felipe VI, pero el 59% cree que el Rey emérito debe irse del Palacio de la Zarzuela. A su vez, el 50% tiene una imagen positiva de Juan Carlos, para el 19% le es indiferente, mientras que el 28% tiene una opinión negativa, todas cifras impensadas hace algunos años, antes de los escándalos.
La figura de Juan Carlos, esa que gozó por décadas de una gran imagen por su papel en la transición española y su intervención en el intento de golpe de 1981 (23F), está por el suelo. Juan Carlos reinó entre 1975 y 2014, y en junio de 2019 anunció su retiro de la vida pública. Todo, mientras año a año han aumentado las sospechas sobre los "movimientos financieros" del Rey emérito.
El último escándalo tiene que ver con una investigación remitida por las autoridades suizas por posibles delitos relacionados con un depósito de 100 millones de dólares en 2008, ingresados en la cuenta de la fundación panameña Lucum, vinculada al Rey emérito. Las sospechas sobre delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública hicieron que en marzo pasado la Casa Real anunciara que Felipe VI renunciaba a la herencia de su padre. Además, el Rey le retiró su asignación anual de unos 200 mil euros.
En junio el Tribunal Supremo español anunció la apertura de una investigación por la causa iniciada en 2008. Esto, después que se conocieran grabaciones atribuidas a la examante de Juan Carlos, Corinna Larsen, quien habría dicho que el Rey cobró una "comisión" por la adjudicación del tren de alta velocidad a La Meca a empresas españolas. Según otras informaciones, Larsen habría declarado a la fiscalía de Ginebra que Juan Carlos le transfirió nada menos que 65 millones de euros "por gratitud y amor", pero en ningún caso para ocultar el dinero.
En 2012, mientras muchos españoles sufrían penurias debido a la crisis económica, se supo que ese año el Rey se quebró la cadera durante un safari de lujo en Botswana, pagado por un empresario saudita. En ese viaje no estuvo acompañado por Sofía, sino que por Corinna Larsen. A ese escándalo se sumó el caso por corrupción que llevó a su yerno Iñaki Urdangarin a la cárcel.
Juan Carlos I solo puede ser investigado desde el momento de su abdicación, ya que hasta entonces gozó de inmunidad como jefe de Estado. Lo cierto es que no solo su figura sufre su hora más oscura, sino que también esto ha vuelto a levantar el debate sobre la monarquía-república en España, coletazos políticos incluidos.
Al mismo tiempo, los escándalos del Rey emérito complican a su hijo Felipe y también al gobierno de Pedro Sánchez, que hasta ahora no ha dado un respuesta clara sobre si en algún momento Juan Carlos I deberá partir al exilio, su mayor castigo para algunos.
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