Las incógnitas en el uso de las redes sociales de Piñera

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Si el presidente electo no toma en serio a las redes, irá perdiendo un tiempo precioso para construir la identidad digital que le permita recurrir a su capital de credibilidad para activar a sus seguidores detrás de él cuando lo necesite.



El formato de "cadena nacional" de redes sociales que ha usado el presidente electo, Sebastián Piñera, para informar la composición de sus equipos de segunda línea -subsecretarios la semana pasada y hoy a los intendentes- constituyen un primer indicio del protagonismo que esta tecnología masiva de comunicación adquirirá durante su segundo gobierno.

Y aunque es muy temprano para sacar conclusiones, estos dos hitos transmitidos por streaming levantan algunas incógnitas, pues no se aprecia un uso correcto de las redes.

Los anuncios o primicias políticas no son recomendados hacerlos mediante estas plataformas, pues por lo general excluye la carga emocional que demandan, aquella que muestra al personaje en plenitud en el propio smartphone de la persona que tomó la decisión de seguir su historia cotidiana.

De hecho, el periodista argentino Julián Gallo, gurú de la comunicación política digital y encargado de las exitosas redes sociales del presidente argentino, Mauricio Macri, sostiene que la primera "ley" en las redes es "No las usarás para dar primicias".

Otra recomendación que Piñera no toma en cuenta es que cada plataforma (Twitter, Facebook y Youtube e Instagram) posee un contexto distinto y su propio formato para una adecuada vinculación con los diversos segmentos de la ciudadanía.

Lo que ha hecho Piñera es privilegiar las lógicas de Twitter, la red de mayor influencia y puente con los medios de comunicación. Al hacerlo, deja en segundo lugar a Facebook, la plataforma universal, masiva y más importante en cuanto a la vinculación directa con la gente.

La red de Zuckerberg se nutre con la producción de dopamina en los usuarios, para lo cual exige una fuerte carga de emocionalidad en los contenidos, suficiente para generar los apreciados likes y compartir lo que se está viendo.

En general, en las redes no sirve mostrar a un presidente que habla sin el recuadro del lenguaje de señas, pues no da la sensación de inclusión en política. Ni qué hablar de subtítulos, imprescindibles hoy en día.

Con todo, equivocarse en las redes está permitido un par de veces. Estos anuncios bien pueden ser usados como ensayo y error para mejorar una vez que asuma el mando del país en 13 días más. Hubo un avance en el "tono emocional" de Piñera entre un anuncio y otro. Pero si no toma en serio a las redes, irá perdiendo un tiempo precioso para construir la identidad digital que le permita recurrir a su capital de credibilidad para activar a sus seguidores detrás de él cuando lo necesite.

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