Las Pymes electorales

SEÑOR DIRECTOR:
Sesenta y ocho candidatos inscritos en el Servel intentando alcanzar las 35 mil firmas para estar en la papeleta de Presidente en la elección de noviembre próximo. ¿Realidad o ficción? Realidad; triste, pero real.
La pregunta clave, cuya respuesta probablemente no sabremos de parte de esos incumbentes, es qué motiva a un ciudadano a inscribirse en el Servel, promover las firmas de patrocinio y, con mucha seguridad, buena parte de ellos no alcanzar el umbral para estar en el voto.
Hagamos un recuento de la última elección presidencial y quizás exista ahí alguna pista que nos ayude a esbozar una respuesta. Eduardo Artés recibió como aporte para su candidatura presidencial poco más de 600 mil pesos. Sin embargo, tenía derecho a un reembolso máximo de 120 millones (calculado por votos obtenidos). Esto, sin duda, convierte la elección presidencial no solo en una gran oportunidad política, sino que también en una buena oportunidad financiera.
Debe existir igualdad de condiciones para todos quienes pretendan dirigir los destinos del país, pero Chile tiene un umbral de 0,5% del total de electores de la elección anterior. Solo como referencias, Bolivia exige un 2%; Ecuador, 1%, Colombia, con 50.000 firmas, son algunos ejemplos que muestran el bajo umbral que tenemos en Chile para ser candidato independiente a la Presidencia, posibilitando el surgimiento de verdaderas pymes electorales.
Este diagnóstico no es desconocido (surgimiento de pymes electorales), por lo que preocupa que, constatando aquello, estemos en las mismas condiciones que en la elección anterior, de brazos cruzados, sin legislar para evitarlo.
Luis Martínez Cerna
Investigador Centro Democracia y Opinión Pública U. Central
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