Ley REP, un aliado contra el cambio climático
Por Nathalia Silva, gerente técnico proyecto Gransic-AB Chile
Hace unos días terminó en Glasgow la COP26, la cumbre mundial contra el cambio climático. Y la sensación es que aún estamos lejos de lo que nos pide la ciencia para frenar el calentamiento global: una reducción rápida y sostenida de emisiones. Hoy, cada esfuerzo en esa línea es un paso importante.
Según la Fundación Ellen MacArthur, un cambio hacia las energías limpias puede abordar solo un 55% del recorte de emisiones, mientras que el otro 45% corresponde a bienes y servicios, el más complejo de reducir.
Y no es solo lo que consumimos, también es lo que desechamos. En Chile, el 6% de las emisiones tiene su origen en los residuos. Desde 1990 a la fecha, las emisiones que emanan desde basurales, vertederos y rellenos sanitarios en el país han aumentado un 540%, de 733 mil toneladas de CO2eq a 3.8 millones ton/CO2eq en 2018. Solo entre 2016 y 2018 éstas crecieron un 23%.
Por eso, cambiar nuestros patrones de consumo, mantener los materiales durante más tiempo en la cadena productiva, implementar la economía circular y disminuir nuestro volumen de residuos es fundamental en la lucha contra el cambio climático. En el caso del plástico, por ejemplo, un reciente informe de la misma fundación estima que un 20% de reducción en el uso de plástico virgen a nivel global equivale a 40 millones de barriles de petróleo que no se consumen.
En esta carrera por acelerar la diminución de emisiones, la Ley REP también tiene un rol que cumplir. Primero, porque el reciclaje implica menos residuos que llegan a rellenos sanitarios. Si consideramos solo los envases de metal, papeles y cartones, plástico y vidrio, esto equivale a 28 mil toneladas menos de CO2eq al primer año de vigencia de la ley (2023), cifra que a 2034, cuando las metas de reciclaje sean más altas, podría llegar a 334 mil toneladas de CO2eq.
A lo anterior se suma el impacto del ecodiseño y la economía circular, también contemplados en la Ley REP. Elaborar nuevos productos con material reciclado de envases que no fueron eliminados implica menor extracción de recursos y fabricación de materia prima virgen.
Todo esto está alineado con los compromisos de reducción de emisiones entregados por Chile a las Naciones Unidas en el marco del Acuerdo de París, lo que se conoce como NDC. Allí, nuestro país se compromete a implementar una Hoja de Ruta de Economía Circular que contempla, por ejemplo, reducir emisiones mediante el incentivo al ecodiseño de los envases, e incentivar la circularidad de éstos a través de un modelo tarifario y de ecomodulación en la Ley REP. Esto último implica que pagará una tarifa mayor quien tiene envases y/o materiales más complejos de reciclar.
La Ley REP también está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), principalmente en dos de ellos: el ODS12 de Producción y Consumo Responsables, ya que apunta a disminuir en un 60% la generación de residuos de envases; y el ODS 9 sobre Industria e Innovación, ya que usa los recursos con mayor eficacia, reintegra materiales a la economía y genera innovación, empleos y un menor impacto ambiental.
En la lucha contra el cambio climático, donde cada esfuerzo cuenta, la Ley REP también tiene un rol que cumplir para alcanzar una reducción significativa de emisiones.
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