“Lo que callan los doctorados”

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Foto referencial.


SEÑOR DIRECTOR:

La nota publicada el domingo da cuenta no solo de la precariedad de los jóvenes investigadores en Chile, sino también sobre el complejo proceso de retribución de Becas Nacionales y Becas Chile, y de la falta de estrategias exitosas para la reinserción de estos investigadores en la academia, el sector público y/o privado. Adicionalmente, es importante destacar que, además de estas inestables condiciones laborales, ya existe evidencia científica que demuestra que el 40% de los estudiantes de posgrado presentan ansiedad y depresión de moderada a severa, lo que significa que tienen más de seis veces la probabilidad de experimentar un deterioro de su salud mental.

La comunidad científica, con escasas posibilidades de incidir en las políticas públicas del país, está aumentando su preocupación por el desarrollo científico-tecnológico de Chile. Nuestro país tiene una escasa inversión en I+D, 0,34% del PIB, lo que se encuentra muy por debajo del promedio de la OCDE, que alcanza un 2,3% y además tiene un déficit de investigadores: 1,3 cada 1.000 habitantes, bastante más bajo que el promedio de la OCDE, que es 9,2.

Espero que la nueva ministra de CTCI, la tercera de la actual administración, pueda avanzar en instrumentos que permitan la descentralización y adicionalmente en una estrategia de inserción de investigadores en el sector público, industrial y empresarial.

M. Jacqueline Sepúlveda C.

Ex vicerrectora de la Universidad de Concepción