Lo que no se necesita
SEÑOR DIRECTOR:
Recientemente, el Senado despachó para aprobación del Ejecutivo un proyecto de ley (Boletín 15.661-07) que buscaría mejorar la persecución penal, con énfasis en materia de reincidencia y en delitos de mayor connotación social. Pero no nos engañemos, que de la pirotecnia del populismo no es posible esperar los resultados de la eficiencia de un adecuado funcionamiento del sistema procesal penal. Algunas modificaciones podrán ser razonables, pero la mayoría son innecesarias, muchas inadecuadas, y otras completamente erradas.
La alusión a la seguridad y a la delincuencia organizada es el comodín. Por supuesto que la delincuencia se ha complejizado, pero también la sociedad y los medios que pueden compatibilizar la persecución eficaz con el respeto de los derechos de los ciudadanos. Este proyecto parece no comprenderlo y, como tantas veces, parece no comprender que nos afectará a todos y no solo a los “delincuentes”.
En lugar de abocarse a resolver problemas realmente complejos para el sistema, como las dificultades mayúsculas que suponen y sobre todo supondrán los juicios de alta complejidad, proponen normas nimias en asuntos que podrían ser fácilmente abordados sin necesidad de norma por litigantes duchos. Se regula por primera vez la reformalización, prácticamente sin límites, afectando severamente los derechos de defensa y el debido proceso, llevándola incluso más allá de lo que ha sido la práctica y de lo que la Corte Suprema ha señalado.
El toro por las astas: mayor eficiencia en la persecución, mejor investigación penal que permita eficacia probatoria, mejores políticas de reinserción, incluyendo instituciones que estén a la altura en estos desafíos, incluyendo lo presupuestario. Y un Congreso abocado a legislar sin parches sino de fondo, para lograr por fin un nuevo Código Penal y una ley de ejecución penitenciaria. Eso es lo que se necesita.
Paula Vial
Vial y Asociados Abogados
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