SEÑOR DIRECTOR:

El mismo sector político que hablaba de “trampas” y “cerrojos” en la actual Constitución, continúa con la instalación de las suyas en el borrador.

Mediante una norma transitoria pretenden elevar a 2/3 el quórum de cualquier reforma a la Constitución hasta que asuma el nuevo Congreso Plurinacional que -con una composición similar a la Convención- saben que podrán controlar.

Sin embargo, algo hay que agradecerle a esta propuesta: es la confirmación de que el “Apruebo para reformar” no existe. Las personas que quieren cambios graduales, reformas responsables y equilibrio en el poder, ya saben que el Rechazo les dará mayores garantías.

Felipe Lyon E.

Director del Programa Constitucional

Fundación Jaime Guzmán