Los desafíos de la gestión intercultural en el sector privado
Una de las principales dificultades para fomentar la interculturalidad en las empresas son los sesgos inconscientes, que corresponden a formas de prejuicios o preconcepciones asociados a valores o estereotipos muchas veces injustos, que influyen negativa o positivamente en las relaciones con otras personas o grupos sociales.
Varias son las empresas que en su discurso valoran la diversidad cultural solo porque dentro de su organización existen personas de diferentes nacionalidades o etnias, sin embargo vemos que en la práctica algunas de estas empresas no tienen realmente una cultura inclusiva que respete y valore la diversidad cultural. No todas las organizaciones cuentan con herramientas de medición de prácticas y percepciones, lo que trae consigo solo una interpretación subjetiva de la realidad, no se visibilizan las formas de relacionamiento entre pares o jefaturas, espacio donde las prácticas discriminatorias inconscientes suelen emerger fácilmente. Es por esto que una gestión intercultural en las organizaciones resulta clave.
La interculturalidad es mucho más que la convivencia en los espacios de trabajo. La gestión intercultural busca fomentar el respeto por la diversidad, el empoderamiento de las personas y el sentido de pertenencia a la organización, valorando y considerando positivamente las diferencias y la promoción de los derechos humanos.
Una de las principales dificultades para fomentar la interculturalidad en las empresas son los sesgos inconscientes, que corresponden a formas de prejuicios o preconcepciones asociados a valores o estereotipos muchas veces injustos, que influyen negativa o positivamente en las relaciones con otras personas o grupos sociales. Este tipo de sesgos son frecuentes en el mercado laboral y adoptan diversas formas. Una de las más comunes, tiene que ver con la dificultad de acceso a oportunidades laborales, discriminación en procesos de reclutamiento y selección, entre otros.
Sin embargo, resulta importante destacar que los sesgos inconscientes se pueden transformar y con ello, mejorar los espacios de trabajo. Reflexionar en torno a ellos es clave para eliminar actitudes que son discriminatorias dentro de una cultura organizacional, especialmente las que son más difíciles de detectar y que muchas veces no logramos distinguir.
Al interior de las empresas se puede avanzar en esa dirección mediante un compromiso gerencial y mecanismos de innovación como: la creación de una estructura que fomente la diversidad cultural, la generación de políticas o estrategias de diversidad e inclusión, la definición y medición de metas e indicadores, la concientización y sensibilización de los colaboradores y colaboradoras, la implementación de canales de denuncia y protocolos que fomenten la protección de todos los integrantes de la organización.
Sabemos que las empresas que consiguen ser más inclusivas y que valoran la diversidad, mejoran su competitividad en el mercado, su capacidad de innovar, la productividad y desempeño de sus equipos.
Para el Servicio Jesuita a Migrantes y la Red de Empresas Interculturales, contribuir a esta transformación es un desafío permanente, por lo que en un esfuerzo realizado en conjunto con distintas organizaciones como Walmart, IBM, Empresas SB, Deloitte, CMPC, Ripley y Natura entre otras, hemos construido la Guía de Buenas Prácticas para la Gestión Intercultural en Empresas (disponible en www.migracionenchile.cl), con el objetivo de visibilizar y difundir herramientas, experiencias y orientaciones prácticas para que las empresas implementen una positiva gestión de la diversidad cultural y así construir colaborativamente mejores espacios de trabajo, más inclusivos, más productivos y más innovadores.
-La autora es Responsable del Programa Laboral del Servicio Jesuita a Migrantes.