Los desafíos internacionales de Brasil

SEÑOR DIRECTOR:
La elección de Lula da Silva como Presidente de Brasil ha sido la más estrecha desde el regreso a la democracia, y deja un país polarizado y dividido por una profunda rivalidad política. La diferencia de 1,8 puntos, que representan dos millones cien mil votos, le permitió superar al actual Mandatario, Jair Bolsonaro, que postulaba a la reelección.
En su discurso de triunfo, el presidente electo prometió “construir un país más igualitario, reunir a la familia brasileña, impulsar la recuperación democrática del país y la lucha contra el hambre como la primera prioridad de su gestión”. El nuevo gobierno deberá consolidar alianzas con los partidos de la socialdemocracia y del centro político para garantizar la gobernabilidad y el apoyo legislativo.
El Presidente Bolsonaro, pese a su alta votación, debió enfrentar la responsabilidad política por más de 688 mil fallecidos por la pandemia de Covid-19 en Brasil, por la creciente deforestación en la Amazonía, y un deterioro de la calidad de vida de los sectores más vulnerables de la sociedad. En política exterior se mantuvo aislado, con tensas relaciones con sus pares latinoamericanos, Estados Unidos y la Unión Europea, y con cercanía a los partidos de la ultraderecha europea y al expresidente Donald Trump.
Los desafíos internacionales de Lula da Silva demandan recuperar la imagen internacional de Brasil y su adhesión al multilateralismo. Como potencia regional, históricamente ha jugado un rol pivotal en el contexto global y puede contribuir a la unidad de una fragmentada América Latina, que le permita hablar con una sola voz para ser respetada en el concierto mundial.
Nelson Hadad Heresy
Profesor de Relaciones Internacionales y exembajador de Chile
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