Los Efectos del 10%

Daniel Soto, jefe de Estrategia de Inversiones de SURA Asset Management Chile

Hacernos cargos de las pensiones y tener arcas fiscales sólidas son objetivos deseables y no excluyentes; nunca olvidemos que mientras más se endeude Chile con respecto a su PIB, más caro nos financiamos, más riesgoso se percibe nuestra economía para el capital extranjero, más nos cuesta crecer y por ende más difícil es generar eso que los economistas llaman “bienestar”.



Mucho se discutió acerca de los posibles efectos en los activos locales de lo que vendría siendo una de las operaciones financieras más importantes de los últimos (¿20?, ¿30?) años. Ahora que la estridencia del debate ha decantado notablemente y nos encontramos con más de 8 millones de solicitudes de rescate, lo que representa un total de 72% de los afiliados al sistema, estamos en posición de hacer un balance lo más objetivo posible.

Primero, el punto de partida. Podríamos decir que el mercado se tomó en serio el tema entre el 6 y 8 de julio, desde que la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados aprobara la idea de legislar el retiro del 10% por parte de los afiliados, y luego la aprobación de la propuesta por amplia mayoría en la Cámara Baja.

Desde esa fecha al día de hoy, el IPSA ha caído en moneda local un 6,4%, siendo la quinta bolsa emergente más golpeada, cifra muy parecida si lo vemos en dólares (-7,2%). En la parte de la renta fija, los bonos corporativos a la fecha han perdido un 0,7%, mientras que los índices de renta fija gubernamental nos hablan de una caída del 1,3%. Por último, en el tipo de cambio ha sufrido una devaluación de 2,17% desde la fecha indicada, siendo la séptima moneda más golpeada, por encima de las caídas del peso colombiano, el real brasilero y el peso argentino.

Para el caso de los bonos del gobierno transados en dólares en los mercados internacionales, aunque sea contraintuitivo, subieron un 1,8%.

A simple vista el retiro del 10%, aunque si bien generó pérdidas acotadas, no significó un efecto devastador en los activos locales como algunos previeron. ¿Significa que finalmente el efecto del retiro fue inocuo? Lo más seguro es que no.

Que los fondos de pensiones no sean rescatables tiene como fin salvarnos de nosotros mismos; está comprobado por las finanzas conductuales que tendemos a sobrestimar nuestras capacidades de ahorro y “chutear” los problemas al futuro. Así, prohibiendo los rescates de los fondos de pensiones, el Estado busca que llegado el punto en que ya no seamos productivos, las arcas fiscales no tendrán la carga de mantenernos, evitando con esto generar una deuda fiscal que puede llegar a ser insostenible (Brasil).

En el mediano plazo, con total seguridad, la deuda del fisco se incrementará para hacer frente a este retiro. El ministerio de hacienda habla de un efecto de seis mil millones de dólares, lo cual es equivalente a un 2,5% del PIB, lo cual parece poco, sin embargo, es un grano de arena más a un país que en el 2007 gozaba de un 5% de deuda v/s PIB, y que podríamos terminar en los próximos años con cifras sobre el 60%.

Hacernos cargos de las pensiones y tener arcas fiscales sólidas son objetivos deseables y no excluyentes; nunca olvidemos que mientras más se endeude Chile con respecto a su PIB, más caro nos financiamos, más riesgoso se percibe nuestra economía para el capital extranjero, más nos cuesta crecer y por ende más difícil es generar eso que los economistas llaman “bienestar”.

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