Los liderazgos femeninos invisibles
Cada nuevo 8 de marzo nos invita a reflexionar sobre el rol social de la mujer y las barreras estructurales que han obstaculizado su desarrollo integral. Pese a los esfuerzos, el género continúa siendo un agente estructural de la desigualdad. Esto queda reflejado de manera evidente en la lucha por el acceso a la vivienda y a la ciudad.
La planificación de la ciudad realizada sin considerar a todas y todos sus habitantes, ha permitido que las brechas se mantengan como un sello distintivo de las ciudades de nuestro país, y por supuesto, de gran parte de las urbes del mundo.
Esta realidad ha hecho que el contar con una vivienda adecuada sea muy complicado para las mujeres y especialmente difícil para aquellas que enfrentan una situación económica vulnerable. Las razones son múltiples: la alta dependencia económica debido al rol tradicional asignado a ellas y las múltiples jornadas a cumplir, son algunas de ellas.
En nuestro país, cerca del 21% de los hogares del primer quintil por ingresos viven en situación de allegamiento, y, de estos, el 64% corresponde a hogares con jefatura femenina. En campamentos, los hogares monoparentales corresponden en su mayoría a mujeres; y son ellas quienes deben destinar más años a ahorrar para comprar una vivienda, en parte debido a las brechas salariales con respecto a los hombres.
Sin embargo, en este ambiente adverso, especialmente en los sectores más vulnerados, habitualmente surgen potentes liderazgos femeninos. Son ellas las que, históricamente, han ejercido un papel determinante en la lucha por la vivienda. Eso lo vemos día a día en nuestro trabajo en los campamentos.
Son las mujeres quienes, además de cumplir con la responsabilidad de ser cuidadoras en el hogar, son claves en la organización colectiva para encontrar soluciones que permitan a sus comunidades vivir mejor. Ejemplo de ello, es que sobre el 65% de las dirigencias en campamentos a nivel nacional son mujeres y el 82% de las dirigencias de los campamentos en los que trabaja TECHO-Chile.
Para avanzar en la construcción de ciudades más equitativas e integradas, debemos re-pensar la forma de construcción de estas, sumando el enfoque de género en los procesos de planificación, diseño y ejecución, incorporando los saberes de todas y todos en la política urbano-habitacional.
Al momento de conmemorar a las mujeres en este 8M, no solo pensemos en aquellas que han llegado a posiciones de poder y de liderazgo tradicional, sino también en aquellas que con luchas diarias buscan cada día mejorar las condiciones de vida de todas y todos sus cercanos.
Hoy rememoramos esos liderazgos y las luchas de miles de mujeres alrededor del mundo por una sociedad más equitativas y por ciudades construidas a escala humana, con igualdad de oportunidades para todas y todos.
Por Isidora Lazcano, directora Social; Bárbara Callejas, directora Inmobiliaria Social; Pía Palacios, directora Centro de Estudios, TECHO-Chile