Los palos de ciego

Juan Cristóbal Guarello


Resulta curioso, o ridículo, la forma en que Francis Cagigao llegó a Chile el miércoles pasado. Salió escondido del aeropuerto, utilizando un sector exclusivo para diplomáticos y celebridades. Que se sepa, el hispano-británico no es ninguna de las dos cosas. De hecho, no está claro muy bien qué es. Si está claro lo que era: un buscador de talentos que trabajó muchos años, con éxito, en el Arsenal de Londres. Y en esa condición vino en media docena de ocasiones a Chile a los distintos torneos internacionales de cadetes que se realizaron, como el Sudamericano Sub 17 de 2017 o el Mundial de la misma categoría en 2015. Entonces, claro, no hubo dispositivo para eludir la prensa y viajaba tranquilamente en las combis donde se movían los representantes y otros ojeadores. Era uno de tantos que se ubican en las tribunas de estos campeonatos a la caza de piernas frescas y, en lo posible, baratas.

El papel exacto de Cagigao en Juan Pinto Durán es resbaloso, aunque el rótulo oficial sea de Jefe de Selecciones. En un momento de deriva total, con las selecciones cadetes a la suerte de la olla y con la adulta sin técnico, y con dos partidos eliminatorios en 60 días más, Cagigao va a tener que trabajar mucho de entrada. Es sensato que alguien elabore un plan de juveniles, a largo plazo, para potenciar la cantera del fútbol chileno, la misma que viene en picada hace una década. No es tan sensato endilgarle la responsabilidad de encontrar el entrenador de la selección adulta. Ahí los tiempos son mínimos, las urgencias son máximas y la obligación de conocer el medio imprescindible.

La sensación es que en Quilín creen que Cagigao es una especie de manosanta, un hombre que carga toda la sabiduría futbolística que en la ANFP no tienen. Un gurú en definitiva. Al menos lo han revestido de esa aura. Con los nombres que han sonado para agarrar a la selección adulta, que se supone Cagigao ha sugerido, no queda claro para dónde van los tiros. Son palos de ciego en toda su extensión. Cuando uno escucha Rafa Benítez, parece que la intención es impresionar a las redes sociales más que encontrar la solución de urgencia que necesita la Roja para marzo. Sería bueno que Francis diera una charla o conferencia telemática, está en cuarentena, en el corto plazo para que explique su plan, de tenerlo. También, y esto es obligatorio, que aclare su relación con unos cuantos empresarios locales de futbolistas. En ese punto, hay demasiadas líneas cruzadas y dudas en el aire.