Martín Vizcarra: crónica de una renuncia o vacancia anunciada
Por Carlos Escaffi, gerente general de Imaginaccion Perú; docente PUCP
La temida figura de la vacancia presidencial en Perú pareciera estar a la orden del día, y es que en menos de dos meses, el Parlamento Nacional va por el segundo intento de vacar al Presidente Martín Vizcarra. Fue con un tanto de 60 votos que el Congreso del Perú aprobaba nuevamente someter a debate una eventual destitución presidencial; las razones, presunto cohecho en el que habría incurrido el Mandatario en la ocasión en la que se desempeñaba como gobernador regional de Moquegua, entre el 2011 y 2014.
Contra viento y marea, hoy el Congreso decidirá vacar o no al Presidente Vizcarra, previo ejercicio de su defensa o abogado designado por 60 minutos. Posteriormente se iniciarán las intervenciones de los congresistas y proceder a la votación, requiriéndose como mínimo 87 votos para vacarlo de los 130 curules. Es probable que los resultados finales se conozcan hoy en la noche o en la madrugada de mañana.
¿Cuál será el resultado? Si bien en este momentos los votos se encuentran divididos de las distintas fuerzas políticas, es preocupante el número de votos obtenidos para la admisión de la vacancia en mención (60 cuando se requerían 52). Por otro lado, ronda el fantasma de la eventual difusión de vídeos y grabaciones que podrían, eventualmente, comprometer y estimular mucho más la compleja situación que colisionaría nuevamente en lo más representativo de la institucionalidad de la República del Perú.
No obstante lo expuesto, si el Presidente logra o no salvar el proceso constitucional dispuesto, lo que realmente está en juego desde hace rato es la estabilidad política y su impacto en la economía del Perú, la cual tendría una contracción prevista entre el 12 y 13,5%, en un aciago momento en donde el Covid aún está latente, la economía deteriorada y una informalidad que reúne a 7 de cada 10 peruanos.
Así las cosas, claramente escenarios como el descrito no suman. Perú debe enfocarse en retomar la senda del crecimiento, esa que venía como “tren bala” de 5% en promedio, sus autoridades deben enfocarse en transmitir optimismo –tan necesario en épocas como estas- y, sobre todo, mostrar señales de certeza jurídica y tributaria y así mantener las credenciales de atractivo destino de inversión extranjera y de diálogo permanente con el sector privado, que, por lo demás, se hace tan necesario en coyunturas complejas como esta.
Finalmente, Perú vuelve a transitar por una crónica ya escrita y en consecuencia también leída, esta vez y ojalá me equivoque, con una renuncia o vacancia anunciada. Recordemos que, el expresidente Kuczynski presenta su renuncia de cara a una segunda vacancia promovida por el anterior Parlamento disuelto por Vizcarra (ex primer Vicepresidente de Kuczynski), aunque con un nivel de desaprobación cercano al 75%; situación tangencialmente diferente a la aprobación de Vizcarra, quien mantiene un promedio de 60% (octubre 2020). Mientras que el actual Congreso mantiene un nivel de aprobación cercano al 40%, muy superior al anterior que rozaba niveles de 12% y 8% de aprobación.
Mientras tanto ocurre lo descrito, un inminente Bicentenario triste espera a la vuelta de la esquina.