Columna de Luis Larraín: “Matria” chilensis
En un país en los confines de la tierra un hombre adulto a cargo de la seguridad, poderoso y lujurioso, invita a cenar a una subordinada joven, de 32 años, a un restorán donde ingieren alcohol. Luego abordan un taxi, ella pide ir a su casa y él la lleva a un hotel. Al día siguiente ella despierta con heridas y desnuda en la cama con él. No recuerda mucho y luego de un examen médico denuncia que fue violada. Días después comenta a colegas su drama en su lugar de trabajo: el Palacio de Gobierno.
La jefa del hombre adulto, ministra y mujer inteligente, pero de mecha corta, es informada un martes en Palacio por el director de la policía que su segundo a bordo fue acusado de violación. Informa a su jefe, Gabriel, quien gobierna el país. Deciden mantenerlo en secreto e instruir al hombre adulto que viaje 700 kms. a informar a su familia. Él viaja, vuelve y sigue en funciones. Ese jueves, mientras exponía en el Parlamento, un periódico publica la noticia.
El hombre adulto renuncia en Palacio frente a la prensa. Conocidos los hechos la gente pregunta por qué no fue despedido de inmediato. Más si se sabe que el martes sus jefes conocieron la denuncia de violación, supieron que el hombre adulto, sin facultades, había instruido a la policía revisar grabaciones en el restorán y el hotel. La ministra, que había afirmado que no había conversado con el hombre adulto hasta el jueves de esa semana, dice, ante un trascendido, que habló con él por teléfono el martes, pero eso era distinto a conversar.
Entremedio un exfutbolista, prodigioso en el manejo del balón, y también lujurioso, es acusado de violación por una mujer. Queda inmediatamente detenido.
El gobierno enfrenta elecciones de alcaldes y pierde 40 municipios. El jefe Gabriel invita a su gabinete y cercanos al Palacio de Verano, donde ofrece un asado. En medio del evento un comensal pasado de copas pregunta si se celebra el resultado de las elecciones o la renuncia del hombre adulto. Es increpado por sus vecinos de mesa.
El hombre adulto sigue libre, habla con la prensa y dice que con sus abogados acordarán con el fiscal cuándo será formalizado. El exfutbolista es liberado y queda con arresto domiciliario nocturno.
El jefe Gabriel, el asador, es consultado sobre cambios en su gabinete dada la situación y contesta que la ministra jefa y la de la Mujer, muda frente a estos hechos, permanecerán en sus cargos. No puede culparse a dos ministras mujeres por actos de un hombre adulto, afirma. Un asesor del asador va más allá y dice que la ministra jefa debiera ser ungida como candidata presidencial.
Cuarenta y ocho días después de ser violada, la mujer que lo denunció sigue escondida y con tratamiento sicológico. Ninguna autoridad del gobierno ha hablado con ella. El hombre adulto continúa libre y ningún ministro removido.
Por Luis Larraín, presidente del Consejo Asesor de Libertad y Desarrollo